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En defensa del optimismo y por qué el mundo será cada vez mejor
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"El futuro está determinado por los optimistas" - Kevin Kelly
Es imposible crear un futuro en el que no crees. Es imposible aprovechar oportunidades que no ves.
Cuanto mejor sea tu entendimiento de la realidad mejores decisiones tomarás. Y como explico en la guía, mejorar tu visión de la realidad requiere trabajar dos aspectos:
- Eliminar sesgos cognitivos.
- Construir buenos modelos mentales.
Hoy nos centramos en uno de los sesgos cognitivos más comunes: el sesgo negativo.
Nuestros genes están diseñados para priorizar la supervivencia en el presente, no para aprovechar las oportunidades del futuro. Son muy sensibles a cualquier tipo de amenaza. Nuestros ancestros podían dejar pasar muchas oportunidades sin consecuencias negativas (siempre hay un nuevo antílope que cazar), pero ignorar un solo ruido en la maleza podía significar el final.
Estamos cableados para prestar más atención a lo negativo que a lo positivo. Cuando vivíamos en un mundo salvaje, esta estrategia tiene sentido. En el mundo actual, es una fuente de problemas y ansiedad.
Los medios explotan constantemente nuestro sesgo negativo. El miedo vende. Las noticias que alertan de catástrofes captan nuestra atención más que las noticias positivas. Ninguna ONG ha recaudado mucho dinero mostrando que las cosas están mejorando. Durante siglos, los pesimistas han acaparado los titulares, a pesar de que los optimistas han acertado con más frecuencia.
Me considero un optimista racional, y me preocupa el pesimismo general que nos rodea. Cuando participo en debates sobre el futuro, suelo ser la voz discordante. La mayoría piensa que el mundo va a peor. Yo disiento.
Hoy presento mi caso a favor del optimismo y las oportunidades que se avecinan.
¿Por qué los pesimistas se equivocan (casi siempre)?
Si analizamos la historia, siempre ha existido un sentimiento de apocalipsis inminente. Las razones para el pesimismo van cambiando, el pesimismo en sí permanece.
Muchas amenazas han sido ya superadas. Los miedos a una gran guerra nuclear se han disipado. Entramos en el año 2000 sin que los sistemas informáticos colapsaran o los aviones cayeran del cielo. Las "pandemias" de SARS, fiebre aviar o ébola nunca se extendieron.
A pesar de habernos equivocado en casi todas las grandes amenazas del pasado, la mayoría mantiene una visión negativa. En el mundo desarrollado, menos del 10% cree que el futuro será mejor que el pasado.
Si preguntas por qué, las respuestas suelen centrarse en estos aspectos:
- "Aumentará la pobreza"
- "Cada vez más gente pasará hambre"
- "La tierra no soportará a tanta población"
- "Acabaremos con los recursos del planeta"
- "Aumentará la violencia y las guerras"
- "El cambio climático nos destruirá"
- "Los robots acabarán con todos los trabajos"
¿Son ciertas estas creencias? Según la evidencia, no. Hagamos un repaso rápido.
Pobreza
La pobreza es un gran problema, pero el porcentaje de personas en pobreza extrema es cada vez menor, con una reducción especialmente rápida desde el año 2000 (detalle).
Fuente: http://singularityhub.com/2016/06/27/why-the-world-is-better-than-you-think-in-10-powerful-charts/
A pesar de la mejora global de los más pobres, algunos apuntan a la creciente desigualdad como la principal amenaza social. En muchos países occidentales (incluyendo España) ha crecido la desigualdad: los ricos han mejorado más que los pobres.
Pero si comparamos países entre sí, la brecha se ha cerrado. Los países pobres han crecido más rápido en las últimas décadas, reduciendo la diferencia con los países ricos (detalle). En términos globales la desigualdad está disminuyendo.
No solo hay menos pobreza, también menos riesgo de hambruna.
Hambruna
A principios de los años 70 parecíamos estar al borde de hambrunas masivas. Peter Gunter afirmaba lo siguiente en The Living Wilderness: "Los demógrafos concuerdan casi unánimemente que en 1975 empezará una hambruna en India. Se extenderá en los años 90 a Pakistán, China y África. En el año 2000, o quizá antes, el sur y centro de América vivirá en condiciones de hambruna."
Cuarenta años después de esa predicción, India y muchos países Latinoamericanos tienen comida de sobra, y son exportadores netos de alimentos al resto del mundo. A pesar del crecimiento de la población, mucha menos gente pasa hambre.
Violencia
Enciende la TV y verás actos de violencia en todas partes: asesinatos, violaciones, terrorismo, guerras civiles... Parece que la humanidad ha entrado en una espiral de crueldad.
Al analizar los datos fríamente, vemos lo contrario. Las sociedades son cada vez más seguras, y las tasas de homicidio se han reducido en casi todos los casos.
Si hablamos de grandes conflictos y guerras, son también menos frecuentes y menos mortales.
Otro sesgo cognitivo que nos aflige es el de disponibilidad. Aquello que vemos con frecuencia nos parece más común.
Nos bombardean con los actos de violencia que se producen, pero nadie habla de todos los sitios (la mayoría) donde reina la paz y la tranquilidad. La violencia es noticia precisamente porque es tan poco frecuente.
Superpoblación
Otra amenaza recurrente: el crecimiento incontrolado de la población. Algunos opinan que la población aumenta cada vez más rápido, pero los datos muestran otra realidad.
Las tasas de natalidad están disminuyendo en la mayoría de países, incluyendo los de África. En países como España ya mueren más personas de las que nacen (predicción Naciones Unidas).
A medida que se reduce la pobreza y la mortalidad infantil, las mujeres tienen menos hijos. Las últimas predicciones apuntan a una estabilización cerca de 11.000 millones de personas en 2100.
Puede parecer un gran número, pero los humanos ocupamos una mínima parte del planeta. Asumiendo una densidad de población como Manhattan (denso pero vivible) toda la población mundial cabría en un pequeño país como Nueva Zelanda (fuente).
http://waitbutwhy.com/2013/08/what-if-all-71-billion-people-moved-to.html
Tendremos suficiente espacio para todos, pero... ¿habrá suficientes recursos?
El fin de los recursos naturales
Así piensan muchos que será nuestro final. Agotaremos todos los recursos del planeta y nos auto-exterminaremos. Quizá, pero es poco probable.
Como vimos con los alimentos, nuestra capacidad de producción aumenta más rápido que la población. Y lo mismo ocurre con casi todos los recursos. La tecnología multiplica la energía.
Los expertos llevan décadas alertando sobre el catastrófico agotamiento del petróleo, pero las reservas explotables siguen aumentando. La tecnología nos permite acceder a nuevas zonas y extraer petróleo a menor coste.
Dentro de 100 años quedará todavía mucho petróleo bajo el suelo. Habremos migrado a fuentes más limpias y baratas. La edad de piedra no terminó porque agotamos todas las piedras, simplemente pasamos a materiales más eficientes. Lo mismo haremos ahora.
Acabo de terminar la biografía de Elon Musk, y ofrece una mirada interesante al futuro. Miles de coches Tesla se recargan ya gratuitamente a partir de energía solar. Y tenemos sol para rato.
Cambio climático
En los años 70 se alertaba sobre el riesgo de enfriamiento global. Las temperaturas habían descendido progresivamente desde los años 40, y algunos predecían una nueva era de hielo.
Así veíamos la temperatura en los años 70
Cuatro décadas después, el consenso es el contrario: el mundo se está calentando. Creo que el cambio climático es una amenaza real, pero el clima ha variado enormemente a lo largo de la evolución de nuestra especie y siempre nos hemos adaptado. Es un error asumir que la única temperatura perfecta es la actual. Nos centramos en los efectos negativos de fenómenos como El Niño, ignorando sus efectos positivos (estudio).
Y repito, es un problema legítimo, debemos actuar, pero estoy seguro que en 50 años reconoceremos muchos errores en nuestro planteamiento actual, igual que los vemos ahora al revisar nuestras predicciones del pasado. De momento, la capa de ozono se está recuperando.
Y lo mismo podríamos decir de la contaminación. A medida que los países se enriquecen exigen medidas para limitar la polución. Invierten parte de su riqueza en tecnologías limpias. Cuando los países en desarrollo progresen, harán lo mismo.
La contaminación en Londres es mucho menor que hace unas décadas
¿Por qué nos equivocamos tanto en las predicciones?
Porque extrapolamos el pasado al futuro. El argumento de los pesimistas suele ser "Si continuamos así, la humanidad se extinguirá en x décadas". Y aquí está la clave, la humanidad nunca sigue igual, avanza rápidamente. El cambio es la única constante.
¿Debemos ignorar a los pesimistas? No. Algunas tragedias se han evitado gracias a sus alertas. Ojalá hubiéramos escuchado a los que alertaban sobre Hitler, ISIS, la burbuja inmobiliaria y la comida procesada. Los pesimistas son necesarios, pero no deben dominar nuestras vidas.
Si crecemos pensando que las cosas siempre irán a peor haremos poco por cambiarlas. Nos volvemos cínicos y apáticos, nos resignamos, nos convertimos en víctimas de un destino fuera de nuestro control.
El otro extremo tampoco es bueno. El optimista conformista asume que todo irá a mejor porque sí, elude la responsabilidad y piensa que por magia todo se arreglará.
Necesitamos más optimismo racional y menos pesimismo apocalíptico
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Motivos para el optimismo
Hay muchos motivos para el optimismo, pero tienen una raíz común: la inventiva humana.
Cada nueva generación se levanta sobre los hombros de la anterior. Puede ver más lejos y aprovechar el trabajo de los ancestros.
Hoy podemos viajar más cómodos y más rápido, comunicarnos con cualquier persona en cualquier parte del mundo, vender nuestros productos y servicios a una audiencia global. Tenemos coches más seguros y energías más limpias, mejor medicina y mayor esperanza de vida.
Y el progreso no se detendrá, se acelerará. Las ideas, descubrimientos e innovaciones se producirán cada vez más rápido. Es el concepto de exponencialidad (entrevista con Gonzalo Ruiz).
Internet facilita el cruce de ideas y aprovecha el potencial de cualquier persona, independientemente de su ubicación. Todos podemos aportar en función de nuestra capacidad y recibir en función de nuestra necesidad.
Si estás conectado a Internet tienes acceso a más información que el hombre más poderoso del mundo hace solo un par de décadas. Puedes aportar al mundo y trabajar con otras personas para crear un mejor futuro.
Convertir amenazas en oportunidades
Un pesimista ve dificultad en cada oportunidad, un optimista ve oportunidad en cada dificultad.
El progreso es inevitable, pero no es lineal. Cada nueva era trae consigo sus propias crisis y amenazas. Las transiciones nunca son fáciles, y creo que estamos en medio de una.
Personalmente, veo dos claros riesgos en la era actual:
- Separación de nuestra naturaleza. A tus genes les da igual si tu coche utiliza gasolina o electricidad, pero ellos siguen requiriendo su combustible ancestral: comida real. Ahora tenemos más comida, pero menos nutrición. Ahora nos movemos fácilmente a cualquier parte del mundo, pero tenemos dificultades para mover nuestro propio cuerpo. Tenemos más conexión digital, pero menos conexión humana. Vivimos más pero sufrimos enfermedades crónicas casi inexistentes en la antigüedad.
- Destrucción laboral. Las oportunidades que se avecinan son increíbles, pero dejarán atrás el modelo actual. Trabajar toda la vida en una gran corporación para ganarse la jubilación es cosa del pasado. El avance constante crea nuevos puestos de trabajo, pero destruye otros. Los que se queden atrás lo pasarán mal, y el sistema educativo no se está adaptando a la nueva realidad.
Ante cualquier amenaza, debemos tomar una decisión: resignarnos y lamentarnos por un idílico pasado perdido, o trabajar para moldear el futuro a nuestro antojo.
Personalmente, intento cada día aportar mi grano de arena para resolver estas dos amenazas. Intento convertirme en un experto y crear una comunidad alrededor de estos dos problemas para ayudar a los demás. Invierto en empresas que comparten mis objetivos y me rodeo de personas que saben más que yo de cada tema.
Ahora piensa ¿Qué amenazas ves tú y qué puedes aportar? Es posible crear tu propósito y tu negocio resolviendo los problemas de hoy mientras construyes un mejor mañana.
Lo único cierto es que el futuro será el que creemos. Mi recomendación: construye un puente y camina con optimismo hacia el futuro.
-------------------------
Si quieres profundizar en estos temas, te recomiendo Abundance, Bold, Exponential Organizations y la biografía de Elon Musk.
La entrada En defensa del optimismo y por qué el mundo será cada vez mejor aparece primero en Vida Revolucionaria.
29 episodios
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Es imposible crear un futuro en el que no crees. Es imposible aprovechar oportunidades que no ves.
Cuanto mejor sea tu entendimiento de la realidad mejores decisiones tomarás. Y como explico en la guía, mejorar tu visión de la realidad requiere trabajar dos aspectos:
- Eliminar sesgos cognitivos.
- Construir buenos modelos mentales.
Hoy nos centramos en uno de los sesgos cognitivos más comunes: el sesgo negativo.
Nuestros genes están diseñados para priorizar la supervivencia en el presente, no para aprovechar las oportunidades del futuro. Son muy sensibles a cualquier tipo de amenaza. Nuestros ancestros podían dejar pasar muchas oportunidades sin consecuencias negativas (siempre hay un nuevo antílope que cazar), pero ignorar un solo ruido en la maleza podía significar el final.
Estamos cableados para prestar más atención a lo negativo que a lo positivo. Cuando vivíamos en un mundo salvaje, esta estrategia tiene sentido. En el mundo actual, es una fuente de problemas y ansiedad.
Los medios explotan constantemente nuestro sesgo negativo. El miedo vende. Las noticias que alertan de catástrofes captan nuestra atención más que las noticias positivas. Ninguna ONG ha recaudado mucho dinero mostrando que las cosas están mejorando. Durante siglos, los pesimistas han acaparado los titulares, a pesar de que los optimistas han acertado con más frecuencia.
Me considero un optimista racional, y me preocupa el pesimismo general que nos rodea. Cuando participo en debates sobre el futuro, suelo ser la voz discordante. La mayoría piensa que el mundo va a peor. Yo disiento.
Hoy presento mi caso a favor del optimismo y las oportunidades que se avecinan.
¿Por qué los pesimistas se equivocan (casi siempre)?
Si analizamos la historia, siempre ha existido un sentimiento de apocalipsis inminente. Las razones para el pesimismo van cambiando, el pesimismo en sí permanece.
Muchas amenazas han sido ya superadas. Los miedos a una gran guerra nuclear se han disipado. Entramos en el año 2000 sin que los sistemas informáticos colapsaran o los aviones cayeran del cielo. Las "pandemias" de SARS, fiebre aviar o ébola nunca se extendieron.
A pesar de habernos equivocado en casi todas las grandes amenazas del pasado, la mayoría mantiene una visión negativa. En el mundo desarrollado, menos del 10% cree que el futuro será mejor que el pasado.
Si preguntas por qué, las respuestas suelen centrarse en estos aspectos:
- "Aumentará la pobreza"
- "Cada vez más gente pasará hambre"
- "La tierra no soportará a tanta población"
- "Acabaremos con los recursos del planeta"
- "Aumentará la violencia y las guerras"
- "El cambio climático nos destruirá"
- "Los robots acabarán con todos los trabajos"
¿Son ciertas estas creencias? Según la evidencia, no. Hagamos un repaso rápido.
Pobreza
La pobreza es un gran problema, pero el porcentaje de personas en pobreza extrema es cada vez menor, con una reducción especialmente rápida desde el año 2000 (detalle).
Fuente: http://singularityhub.com/2016/06/27/why-the-world-is-better-than-you-think-in-10-powerful-charts/
A pesar de la mejora global de los más pobres, algunos apuntan a la creciente desigualdad como la principal amenaza social. En muchos países occidentales (incluyendo España) ha crecido la desigualdad: los ricos han mejorado más que los pobres.
Pero si comparamos países entre sí, la brecha se ha cerrado. Los países pobres han crecido más rápido en las últimas décadas, reduciendo la diferencia con los países ricos (detalle). En términos globales la desigualdad está disminuyendo.
No solo hay menos pobreza, también menos riesgo de hambruna.
Hambruna
A principios de los años 70 parecíamos estar al borde de hambrunas masivas. Peter Gunter afirmaba lo siguiente en The Living Wilderness: "Los demógrafos concuerdan casi unánimemente que en 1975 empezará una hambruna en India. Se extenderá en los años 90 a Pakistán, China y África. En el año 2000, o quizá antes, el sur y centro de América vivirá en condiciones de hambruna."
Cuarenta años después de esa predicción, India y muchos países Latinoamericanos tienen comida de sobra, y son exportadores netos de alimentos al resto del mundo. A pesar del crecimiento de la población, mucha menos gente pasa hambre.
Violencia
Enciende la TV y verás actos de violencia en todas partes: asesinatos, violaciones, terrorismo, guerras civiles... Parece que la humanidad ha entrado en una espiral de crueldad.
Al analizar los datos fríamente, vemos lo contrario. Las sociedades son cada vez más seguras, y las tasas de homicidio se han reducido en casi todos los casos.
Si hablamos de grandes conflictos y guerras, son también menos frecuentes y menos mortales.
Otro sesgo cognitivo que nos aflige es el de disponibilidad. Aquello que vemos con frecuencia nos parece más común.
Nos bombardean con los actos de violencia que se producen, pero nadie habla de todos los sitios (la mayoría) donde reina la paz y la tranquilidad. La violencia es noticia precisamente porque es tan poco frecuente.
Superpoblación
Otra amenaza recurrente: el crecimiento incontrolado de la población. Algunos opinan que la población aumenta cada vez más rápido, pero los datos muestran otra realidad.
Las tasas de natalidad están disminuyendo en la mayoría de países, incluyendo los de África. En países como España ya mueren más personas de las que nacen (predicción Naciones Unidas).
A medida que se reduce la pobreza y la mortalidad infantil, las mujeres tienen menos hijos. Las últimas predicciones apuntan a una estabilización cerca de 11.000 millones de personas en 2100.
Puede parecer un gran número, pero los humanos ocupamos una mínima parte del planeta. Asumiendo una densidad de población como Manhattan (denso pero vivible) toda la población mundial cabría en un pequeño país como Nueva Zelanda (fuente).
http://waitbutwhy.com/2013/08/what-if-all-71-billion-people-moved-to.html
Tendremos suficiente espacio para todos, pero... ¿habrá suficientes recursos?
El fin de los recursos naturales
Así piensan muchos que será nuestro final. Agotaremos todos los recursos del planeta y nos auto-exterminaremos. Quizá, pero es poco probable.
Como vimos con los alimentos, nuestra capacidad de producción aumenta más rápido que la población. Y lo mismo ocurre con casi todos los recursos. La tecnología multiplica la energía.
Los expertos llevan décadas alertando sobre el catastrófico agotamiento del petróleo, pero las reservas explotables siguen aumentando. La tecnología nos permite acceder a nuevas zonas y extraer petróleo a menor coste.
Dentro de 100 años quedará todavía mucho petróleo bajo el suelo. Habremos migrado a fuentes más limpias y baratas. La edad de piedra no terminó porque agotamos todas las piedras, simplemente pasamos a materiales más eficientes. Lo mismo haremos ahora.
Acabo de terminar la biografía de Elon Musk, y ofrece una mirada interesante al futuro. Miles de coches Tesla se recargan ya gratuitamente a partir de energía solar. Y tenemos sol para rato.
Cambio climático
En los años 70 se alertaba sobre el riesgo de enfriamiento global. Las temperaturas habían descendido progresivamente desde los años 40, y algunos predecían una nueva era de hielo.
Así veíamos la temperatura en los años 70
Cuatro décadas después, el consenso es el contrario: el mundo se está calentando. Creo que el cambio climático es una amenaza real, pero el clima ha variado enormemente a lo largo de la evolución de nuestra especie y siempre nos hemos adaptado. Es un error asumir que la única temperatura perfecta es la actual. Nos centramos en los efectos negativos de fenómenos como El Niño, ignorando sus efectos positivos (estudio).
Y repito, es un problema legítimo, debemos actuar, pero estoy seguro que en 50 años reconoceremos muchos errores en nuestro planteamiento actual, igual que los vemos ahora al revisar nuestras predicciones del pasado. De momento, la capa de ozono se está recuperando.
Y lo mismo podríamos decir de la contaminación. A medida que los países se enriquecen exigen medidas para limitar la polución. Invierten parte de su riqueza en tecnologías limpias. Cuando los países en desarrollo progresen, harán lo mismo.
La contaminación en Londres es mucho menor que hace unas décadas
¿Por qué nos equivocamos tanto en las predicciones?
Porque extrapolamos el pasado al futuro. El argumento de los pesimistas suele ser "Si continuamos así, la humanidad se extinguirá en x décadas". Y aquí está la clave, la humanidad nunca sigue igual, avanza rápidamente. El cambio es la única constante.
¿Debemos ignorar a los pesimistas? No. Algunas tragedias se han evitado gracias a sus alertas. Ojalá hubiéramos escuchado a los que alertaban sobre Hitler, ISIS, la burbuja inmobiliaria y la comida procesada. Los pesimistas son necesarios, pero no deben dominar nuestras vidas.
Si crecemos pensando que las cosas siempre irán a peor haremos poco por cambiarlas. Nos volvemos cínicos y apáticos, nos resignamos, nos convertimos en víctimas de un destino fuera de nuestro control.
El otro extremo tampoco es bueno. El optimista conformista asume que todo irá a mejor porque sí, elude la responsabilidad y piensa que por magia todo se arreglará.
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Motivos para el optimismo
Hay muchos motivos para el optimismo, pero tienen una raíz común: la inventiva humana.
Cada nueva generación se levanta sobre los hombros de la anterior. Puede ver más lejos y aprovechar el trabajo de los ancestros.
Hoy podemos viajar más cómodos y más rápido, comunicarnos con cualquier persona en cualquier parte del mundo, vender nuestros productos y servicios a una audiencia global. Tenemos coches más seguros y energías más limpias, mejor medicina y mayor esperanza de vida.
Y el progreso no se detendrá, se acelerará. Las ideas, descubrimientos e innovaciones se producirán cada vez más rápido. Es el concepto de exponencialidad (entrevista con Gonzalo Ruiz).
Internet facilita el cruce de ideas y aprovecha el potencial de cualquier persona, independientemente de su ubicación. Todos podemos aportar en función de nuestra capacidad y recibir en función de nuestra necesidad.
Si estás conectado a Internet tienes acceso a más información que el hombre más poderoso del mundo hace solo un par de décadas. Puedes aportar al mundo y trabajar con otras personas para crear un mejor futuro.
Convertir amenazas en oportunidades
Un pesimista ve dificultad en cada oportunidad, un optimista ve oportunidad en cada dificultad.
El progreso es inevitable, pero no es lineal. Cada nueva era trae consigo sus propias crisis y amenazas. Las transiciones nunca son fáciles, y creo que estamos en medio de una.
Personalmente, veo dos claros riesgos en la era actual:
- Separación de nuestra naturaleza. A tus genes les da igual si tu coche utiliza gasolina o electricidad, pero ellos siguen requiriendo su combustible ancestral: comida real. Ahora tenemos más comida, pero menos nutrición. Ahora nos movemos fácilmente a cualquier parte del mundo, pero tenemos dificultades para mover nuestro propio cuerpo. Tenemos más conexión digital, pero menos conexión humana. Vivimos más pero sufrimos enfermedades crónicas casi inexistentes en la antigüedad.
- Destrucción laboral. Las oportunidades que se avecinan son increíbles, pero dejarán atrás el modelo actual. Trabajar toda la vida en una gran corporación para ganarse la jubilación es cosa del pasado. El avance constante crea nuevos puestos de trabajo, pero destruye otros. Los que se queden atrás lo pasarán mal, y el sistema educativo no se está adaptando a la nueva realidad.
Ante cualquier amenaza, debemos tomar una decisión: resignarnos y lamentarnos por un idílico pasado perdido, o trabajar para moldear el futuro a nuestro antojo.
Personalmente, intento cada día aportar mi grano de arena para resolver estas dos amenazas. Intento convertirme en un experto y crear una comunidad alrededor de estos dos problemas para ayudar a los demás. Invierto en empresas que comparten mis objetivos y me rodeo de personas que saben más que yo de cada tema.
Ahora piensa ¿Qué amenazas ves tú y qué puedes aportar? Es posible crear tu propósito y tu negocio resolviendo los problemas de hoy mientras construyes un mejor mañana.
Lo único cierto es que el futuro será el que creemos. Mi recomendación: construye un puente y camina con optimismo hacia el futuro.
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