PRACTIQUEMOS LAS ENSEÑANZAS DE CRISTO

Paso a Paso a la Eternidad.

PRACTIQUEMOS LAS ENSEÑANZAS DE CRISTO Admirar a alguien es algo que está impregnado en nuestra mente y en nuestro corazón. Esta admiración por alguien, en muchos nace en la etapa de la niñez o la adolescencia, y en algunos casos nace en la edad adulta. Cuando admiramos a alguien, ponemos mucha atención a sus cualidades, a la forma de desenvolverse y a sus enseñanzas, para tratar de ponerlas en práctica. Lo más frecuente que ponemos en práctica de quien admiramos, es la forma de vestir, la expresión corporal, las enseñanzas y el dialecto. Practicar las acciones de las personas no es malo, siempre y cuando no vaya en contra de las enseñanzas de las Sagradas Escrituras. Justamente el apóstol Pablo; dijo a la congregación cristiana que estaba en Filipos que practicara cada una de sus enseñanzas. “No dejen de poner en práctica todo lo que aprendieron y recibieron de mí, todo lo que oyeron de mis labios y vieron que hice. Entonces el Dios de paz estará con ustedes.” Filipenses 4:9 NTV. Los filipenses debían poner en práctica las buenas noticias del evangelio de Cristo que había sido anunciada y proclamada, así como el ejemplo de vida mostrada por el apóstol Pablo durante su ministerio en la ciudad de Filipos. El apóstol tenía la certeza de que todo lo que había enseñado, estaba conforme a lo que había recibido del Señor, por eso sin ninguna clase de vacilación, pidió a los filipenses que pusieran en práctica todo lo que oyeron de sus labios y vieron cada una de sus acciones. Desgraciadamente, pocos maestros y predicadores en la actualidad pueden decir lo que dijo el apóstol Pablo; y sin embargo, sigue siendo verdad que el ejemplo personal es una parte esencial de la enseñanza de las Sagradas Escrituras. El maestro debe demostrar en acción la verdad que expresa en palabras. No es suficiente escuchar o leer la Palabra de Dios, ni incluso conocerla bien. Es importante también ponerla en práctica, entonces y sólo entonces el Dios de paz estará en el corazón del creyente. Muchas veces tratamos de imitar o practicar las enseñanzas de las personas a quienes admiramos, pero mucho mejor sería que tratemos de imitar o practicar las enseñanzas de los pastores y líderes cristianos que enseñan en conformidad a las Sagradas Escrituras. Y si sus testimonios fuesen irreprensibles como declara la escritura, deberíamos tratar de imitarlos, porque un testimonio irreprensible, es un testimonio que refleja la vida de Cristo Jesús en su vida. Porque Dios solo se acercará, estrecha y amantemente en la experiencia personal de aquellos cristianos cuyas vidas sean una expresión de la verdad y que practiquen su palabra.