SERIE PALABRA | Responsabilidad

Boinayconsejos

La responsabilidad es un tema que damos por sentado. Si somos adolescentes se nos exigen un mínimo de cosas. Si eres afortunado en vivir en una casa prospera, esas responsabilidades son tolerables. Quizás en un contexto socioeconómico más empobrecido, es probable que tengas que trabajar para mantener a tus padres o familia. La carga de responsabilidad depende de la edad, las condiciones, el tipo de industria en que te envuelvas e incluso tu estado de salud física y mental. A veces, diferentes responsabilidades compiten por nuestra atención: utilizaremos este dinero para la casa o los estudios. Este fin de semana trabajo horas extras, o salgo a pasear con la familia. Termino de estudiar para este examen hoy, o le dedico tiempo a mi amigo que me escribió hoy para conversar. Pago mis deudas con este dinero, o lo empleo para comprar más comida. Estamos siempre decidiendo qué camino tomar en nuestro compromiso y a veces no somos capaces de calcular cuál es la mejor decisión que se nos presenta y cuál es el camino más apropiado. Si vives en un país en donde la gratificación o el placer inmediato pondera, probablemente te resulte mejor no caer en un círculo de endeudamiento. No pidas dinero prestado., especialmente si es para placer. Pon al inicio del día, (cuando tienes más energía), los trabajos más difíciles en los que tienes que trabajar, y los más fáciles, al final de la tarde. Si eres de los que andan diciendo Sí a todo, es tiempo de dejar de decirle Sí a todo, y aprender a decir y sentirte cómodo con ‘No puedo’. Ser una persona de palabra requiere un alto grado de consciencia, y humildad. Humildad en saber que por más que tengas buena voluntad, hacemos mal en involucrarnos en empresas que están fuera de nuestro tiempo, capacidad o recursos ejecutivos. Sin embargo, si hemos dicho sí a algo, es mejor cumplir con lo que prometemos, al menos que sea algo inapropiado que consideramos retractarnos después de analizarlo mejor. Que tu Sí sea Sí y que tú no sea no. Comprométete con las tareas familiares, laborales y relacionales. Comprométete con tu comunidad y cumple. Pero sobre todo, compromete contigo, con tu salud, con tu estado emocional, con tu futuro y tu presente. Toma responsabilidad de ti mismo, sé diligente en cuidarte: cuida tus emociones, tus niveles de estrés, cuida tu cerebro, alimenta tu espíritu, lee buenos libros, y lúcete con todo lo que has cultivado cuando es hora de ser responsable con todo lo demás.