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Solo Dios

 
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Solo Dios

Febrero 18, 2024 – 1:30PM | Salmo 139:1-14 | Dr. David Rodríguez

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TRANSCRIPCIÓN

Vamos a abrir la palabra en el Salmos. En los minutos que nos quedan, quiero hablar de cosas que Solo Dios puede hacer por usted.

Salmos 139: 1-14 (RV-60): 1Oh Jehová, tú me has examinado y conocido. 2Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; Has entendido desde lejos mis pensamientos. 3Has escudriñado mi andar y mi reposo, y todos mis caminos te son conocidos. 4Pues aún no está la palabra en mi lengua, Y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda. 5Detrás y delante me rodeaste, Y sobre mí pusiste tu mano. 6Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí; Alto es, no lo puedo comprender. 7 ¿Adónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? 8Si subiere a los cielos, allí estás tú; Y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás. 9Si tomare las alas del alba Y habitare en el extremo del mar, 10Aún allí me guiará tu mano, Y me asirá tu diestra. 11Si dijere: Ciertamente las tinieblas me encubrirán, Aun la noche resplandecerá alrededor de mí. 12Aun las tinieblas no encubren de ti, Y la noche resplandece como el día; Lo mismo te son las tinieblas que la luz. 13Porque tú formaste mis entrañas; Tú me hiciste en el vientre de mi madre. 14Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; Estoy maravillado, Y mi alma lo sabe muy bien. ¡Que Dios añada bendición esta palabra!

Nosotros ya sabemos que para Dios todas las cosas son posibles. Dios posee atributos que son exclusivos de Él, por ejemplo: Solo Dios puede estar en todas partes al mismo tiempo. Solo Dios conoce todas las cosas. Solo Dios es todopoderoso.

Dios nos ha dado a los hombres la habilidad de hacer cosas. Nos ha dado capacidades, nos ha dado dones, talentos, para hacer muchas cosas. Dios nos ha dado intelecto, nos ha dado sentimientos, nos ha dado voluntad. Dios hizo al hombre inteligente, pensante, creativo, con la capacidad de ciencia, con la capacidad de superación; es por eso que, tenemos avances en el mundo. Avances en la medicina, la tecnología digital, astronomía, el mundo de la computación, la economía, la psicología, etcétera. Los avances del mundo tienen respuesta a casi todas las cosas que el mundo necesita; sin embargo, hay cosas en la vida que, absolutamente, nadie puede hacer por usted más que Dios, solamente Dios. Y de esas cosas quiero hablare a usted en la tarde de hoy.

  1. Solo Dios puede transformar vidas.

¿Qué significa esto? ¿Cómo lo hace? Solo Dios puede hacerlo, porque para transformar una vida hay que hacer una nueva creación. Y, ¿quién es el único que puede hacer una nueva creación? Dios.

Gálatas 6:15(RV-60): Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale nada, ni la incircuncisión, sino una nueva creación. ¿Qué es lo que le está diciendo Pablo a la iglesia en Galacia? ¡Qué importa si son o no son circuncidados, lo que importa es que ustedes sean una nueva creación, eso es lo que importa!

Cuando Nicodemo fue a hablar con Jesús de noche, siendo maestro de Israel, Jesús le dijo a Nicodemo: ¿cómo tú, siendo maestro de Israel, no sabes estas cosas? Jesús le dijo (Juan 3): Tienes que nacer de nuevo. Eso es una transformación, tienes que nacer de nuevo. Iglesia, ¿quién es el único que puede hacer una nueva creación? Solo Dios.

Juan 3: 6 (NTV): El ser humano solo puede reproducir la vida humana, pero la vida espiritual nace del Espíritu Santo.

1Pedro 1:23 (RV-60): siendo renacidos, no de una simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre.

Simiente viene de semilla, viene de semen. Es una simiente corruptible, porque mi papá pecador, mi abuelo pecador, mi bisabuelo pecador, es decir; desde Adán somos pecadores. El pecado entró al mundo por un hombre, y después para a todos los hombres; esa es la simiente corruptible. Por la simiente corruptible pecamos, hacemos cosas que no queremos hacer, envejecemos. La simiente corruptible es ley divina que nadie la puede cambiar. El único que puede transformar una vida y hacer que nosotros podamos ser renacidos es Dios. Porque yo nací corruptible a una vida física; pero, el único que puede hacer que yo renazca a una vida espiritual, es Dios. Solo Dios puede hacer que una persona sea transformada. Para poder transformar una vida hay que ser renacido, hay que renacer a una vida espiritual, y eso, solo Dios lo puede hacer.

Hay personas que dicen: yo no creo en Dios, yo no creo en esas cosas, eso es una locura; eso es tal cosa; pero un día tienen un encuentro con el Señor, y ahora alaban y glorifican, levantan sus manos, para exaltar al Rey de reyes y al Señor de señores. ¿Quién puede hacer eso? Solo Dios puede hacer eso, es el único que puede transformar una vida, Dios. Dios es el único que cambia un corazón, Dios es el único que cambia una vida, Dios es el único que transforma un ser; fuera de Dios nadie puede hacer eso.

  1. Solo Dios puede hacer milagros.

La Biblia nos habla de una mujer que padecía de flujo de sangre, desde hacía 12 largos años. Dice la palabra que esta mujer había gastado en médicos todo cuanto tenía, y no había podido ser curada por ninguno. ¿Qué necesitaba esta mujer? Un milagro. La hija de Jairo, dice la Biblia que era una hija única, tenía 12 añitos, dice la palabra que la hija de Jairo se estaba muriendo. ¿Qué necesitaba la hija de Jairo? Un milagro. Una mujer Cananea llegó donde Jesús clamando, y le dijo: Señor, hijo de David, ten misericordia de mí. Mi hija es gravemente atormentada por un demonio. ¿Qué necesitaba esta mujer Cananea? Un milagro. Los discípulos estaban en la barca y se levantó una tempestad, tan grande, que el viento echaba las olas en la barca, de tal manera que la barca se hundía. ¿Qué necesitaban los discípulos, en ese momento? Un milagro. Iglesia, dice la Biblia que María Magdalena tenía siete demonios, antes de seguir a Jesús. ¿Qué necesitaba María Magdalena? Un milagro. Un paralítico fue traído a Jesús, lo bajaron por un techo entre cuatro personas. ¿Qué necesitaba este paralítico? Necesitaba un milagro. La Biblia nos habla también, de un hombre que tenía una mano seca. En un día de reposo Jesús le dijo: extiende tu mano. ¿Qué necesitaba este hombre? Un milagro. Dice la Biblia que cuando entró Jesús a Capernaún vino a Él un centurión rogándole y diciéndole: Señor mi criado está postrado en casa, paralítico, gravemente atormentado. ¿Qué necesitaba? Un milagro. La viuda que llevaba a enterrar a su hijo único, y cuando Jesús vio a esta mujer se compadeció de ella. ¿Qué necesitaba esta mujer? Un milagro. En una oportunidad le trajeron a Jesús un mudo que estaba endemoniado. ¿Qué necesitaba este mudo? Un milagro. Cerca del mar de Galilea se reunió una multitud de casi 5000 personas escuchando la palabra del Señor, se hizo noche, no habían comido y no había comida. Los discípulos le dijeron: Señor, despide a esta multitud para que vayan y busquen algo para comer. ¿Qué necesitaba esa multitud amados míos? Necesitaba un milagro.

Dios tiene el poder absoluto de hacer lo que Él quiere, mis amados hermanos. Dios sigue sanando enfermedades, Dios sigue abriendo caminos en el mar, sendas en medio de las aguas impetuosas, abriendo caminos en el desierto, y ríos en la soledad. Si usted necesita un milagro, déjeme decirle que: el único que puede obrar un milagro en su vida es Dios. Ningún médico, ningún psicólogo, ningún consejero, ninguna persona, puede hacer por usted un milagro más que solamente Dios, el Dios de la gloria.

  1. Solo Dios puede abrir su corazón.

En Hechos capítulo 16, se nos presenta la corta historia de una mujer llamada Lidia que vendía telas.

Hechos 16:14-15 (RV-60): 14 Entonces una mujer llamada Lidia, vendedora de púrpura, de la ciudad de Tiatira, que adoraba a Dios, estaba oyendo; y el Señor abrió el corazón de ella para que estuviese atenta a lo que Pablo decía. 15Y cuando fue bautizada, y su familia, nos rogó diciendo: Si habéis juzgado que yo sea fiel al Señor, entrad en mi casa, y posad. Y nos obligó a quedarnos.

Además de cantar, además de oír, hubo otro elemento que es el que le da significado al cantar y al oír, y es que: el Señor abrió el corazón de ella. ¿Para qué? Para que estuviese atenta a lo que Pablo decía. Aquí hay una gran diferencia; porque ella escuchó, abrió su corazón y comenzó a servir; pero también su familia.

Yo quiero que usted reflexione en esto que le voy a decir: Miles de personas escuchan el evangelio cada día, pero no todos responden de igual manera al evangelio. Para mí esto, es una situación bien delicada. El día que yo recibí a Cristo, estábamos en una fila toda la familia y muchas otras personas. ¿Por qué responden de diferente manera al evangelio? ¿Por qué algunos hemos permanecido y otros no? ¿Por qué hay personas que se resisten? Porque hay gente que escucha el evangelio con indiferencia, con apatía, con resistencia, con incredulidad.

Romanos 3:11-12 (RV-60): 11No hay quien entienda, No hay quien busque a Dios. 12Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. Es que esto ocurre por naturaleza, no entendemos ni buscamos a Dios.

Es más, usted viene a la iglesia, viene su marido, viene su hijo, viene su hija y aparecen dos o tres carros; pero porque usted comenzó con la fregadera desde el viernes: acuérdense que el domingo vamos a la iglesia, acuérdense que el domingo… Pero resulta que el domingo que usted se enfermó y no vino, ¿qué pasó? No vino su marido, no vinieron sus hijos, y no vinieron sus nietos. Es usted quien tiene ese deseo, esa necesidad de escuchar el glorioso evangelio, usted es quien tiene esa necesidad tremenda de escucha la bendita palabra; pero al resto de la familia no les importa.

Hechos 13:46 (RV-60): Entonces Pablo y Bernabé, hablando con denuedo, dijeron: A vosotros a la verdad era necesario que se os hablase primero la palabra de Dios; mas puesto que la desecháis, y no os juzgáis dignos de la vida eterna, he aquí, nos volvemos a los gentiles. A ustedes les predico el evangelio, les predico el evangelio y les vale, reciben el evangelio con indiferencia, reciben el evangelio con resistencia, con apatía, con incredulidad, como si fuera cualquier cosa. Entonces, ¿sabe qué? No son dignos de este evangelio, eso dijo Pablo.

Lo que quiero decirles hermanos, en este tercer punto, es que solamente Dios puede abrir nuestros corazones. Cuando yo vengo a la casa del Señor, yo tengo que venir con ese deseo de que Dios hable a mi vida, no importa quién esté aquí al frente predicando, no importa quién esté trayendo el mensaje, Dios abre los corazones.

Una vez yo hice un experimento en una clase de homilética, le dije a los estudiantes: “Necesito que ustedes pongan atención al sermón que voy a predicar el próximo domingo, y que me hagan un resumen de ese sermón”, hay un punto que es el que yo siempre ando buscando, estamos hablando de unos 45 estudiantes, más o menos. El mismo sermón, mismos versículos, los muchachos (estudiantes) sentados ahí en medio de la congregación. A la hora de revisar el resultado de los sermones, entre las respuestas, unos cuantos dijeron: un sermón bíblico, se me hace muy largo, buen contenido; pero hubo 12 personas que dijeron que el sermón había hablado a sus vidas, 12 personas de 45. ¿Por qué si escuchamos el mismo mensaje causa efecto diferente entre las personas? ¿Con qué actitud venimos nosotros a escuchar el mensaje? ¿Con qué actitud nos sentamos en esa silla? ¿Qué cosas pasan por nuestra mente a la hora que escuchamos el mensaje del Señor?

Hay personas que el evangelio les estorba, la Biblia dice claramente que: los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras son malas. Aquí hay personas que no les gusta que yo hable de los antros, ¿por qué?, porque ahí van a parar todos los fines de semana.

¿Por qué razón una persona responde de una manera y otros no?

1 Corintios 2:14 (NTV): Pero los que no son espirituales no pueden recibir esas verdades de parte del Espíritu de Dios. Todo les suena ridículo y no pueden entenderlo, porque solo los que son espirituales pueden entender lo que el Espíritu quiere decir. En pocas palabras: el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu. Su marido viene a la iglesia porque usted lo trae, su mujer viene a la iglesia porque usted la trae, sus hijos vienen a la iglesia porque usted los trae. Dígame la última vez que su hijo se levantó y le dijo: ¿mamá no vas a ir al culto? Porque, aunque tú no vayas yo me voy. Le aseguro que se desmaya usted.

Solo Dios puede abrir el corazón. ¡Por eso yo alabo, bendigo, exalto el nombre del Señor! Cuando me predicaron el evangelio del Señor, yo pude haber dicho: No, hoy no, más adelante, en otra oportunidad, ahí regreso.

  1. Solo Dios puede dar paz en medio de las tormentas de la vida.

Juan 14:27 (RV-60): La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.

Juan 14:27 (NTV): Les dejo un regalo: paz en la mente y en el corazón. Y la paz que yo doy es un regalo que el mundo no puede dar. Así que no se angustien ni tengan miedo. ¡Aleluya! ¡Que rico! Yo estoy hablando de cosas que Solo Dios puede hacer por usted.

La paz del mundo es temporal, la paz del mundo es efímera, es cosmética, es una promesa vacía. Es por eso que Jesús le dijo: Si tú tomas agua vas a volver a tener sed mujer; pero si tomas de esta agua, de tu interior van a correr ríos de agua viva. Nunca más vas a volver a tener sed. Esa es la paz que Dios nos da. La paz del mundo ignora la raíz del problema.

Hermanos míos, por lo regular, cuando atravesamos por una tormenta en la vida sentimos ansiedad, intranquilidad, angustia, preocupación, sentimiento de abandono; pero la paz de Dios, de acuerdo a Filipenses 4:7 (RV-60): Sobrepasa todo entendimiento.

Cuando yo voy a funerales de personas que no son creyentes, me doy cuenta de la falta de Dios que tienen las personas, en su corazón no hay paz. Cuando yo me presento delante de esa gente, yo les presento al Dios de la Biblia. Dios no es injusto, de ninguna manera; las cosas pasan con un propósito. El único que puede hacer algo bueno, de algo malo, es Dios. Y les digo: desearía que esto, lo que estamos viendo acá, sirva para que usted se ponga en paz con Dios. Sin embargo, cuando es el funeral de un cristiano, hay paz en el corazón de su familia, aunque sabemos que hay dolor por la partida física. Pero no se dicen adiós para siempre, sino: hasta luego, nos vemos pronto; porque saben que ese ser querido está haciendo algo que vamos a hacer nosotros un día: adorar y exaltar al Rey de reyes y al Señor de Señores, al único que murió en la cruz del calvario para darnos salvación, al que merece alabanza, honra y gloria. ¡Amén!

La paz que Dios da, la paz de Dios, es segura, es permanente, es fundamentada en la eterna, gloriosa y bendita palabra de Dios. La paz de Dios trata con la raíz del problema del hombre, que es su pecado.

Isaías 53:5 (NVI): Él fue traspasado por nuestras rebeliones, y molido por nuestras iniquidades; sobre él recayó el castigo, precio de nuestra paz, y gracias a sus heridas fuimos sanados. Esa paz que nosotros gozamos en medio de la tormenta, esa paz que gozamos en medio de la dificultad, esa paz que gozamos tuvo un bien elevado: la sangre de Cristo en la cruz del calvario. Cada vez que pasamos por un problema y el corazón comienza a latir más rápido de lo normal, cada vez que usted siente ansiedad, viene Dios y te dice: no te preocupes, no temas; te voy a dar una paz que no tiene precio y que nadie te la puede dar. Porque esa paz yo la conseguí poniendo mi cuerpo en la cruz del calvario, para que tú tengas paz en tu corazón. ¡Dios mío!

  1. Solo Dios puede salvar.

¡Ay, Gloria a Dios!

Hechos 4:12 (RV-60): Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos. Solo Dios puede salvar al hombre de la muerte eterna. Solo Dios puede cambiar nuestro destino solo en Cristo Jesús hay perdón de pecados y vida eterna.

Estas cosas, solamente Dios las puede hacer en nuestras vidas mis queridos y amados hermanos. La Biblia dice que la paga del pecado es muerte espiritual.

Una vez alguien hizo una pregunta y decía: ¿por qué si Dios es bueno manda a la gente al infierno? Dios no manda el infierno a nadie, mis queridos y amados hermanos. La pregunta en realidad, que vale la pena, no es esa; porque el infierno lo tenemos ganado por nuestras malas acciones. El infierno lo tenemos ganado por nuestras vidas ocultas, el infierno lo tenemos ganado por nuestros malos pensamientos. La maravilla de todo esto es que: ¿Cómo es posible qué siendo tan malos, Dios en su gracia, en su misericordia y su compasión, haya puesto los ojos en nosotros y nos dé el cielo? ¡Esa es la maravilla del Evangelio! ¿Cómo es posible que siendo pecador Dios me salve por gracia? No lo merezco, ni usted tampoco; es por gracia y por misericordia. ¿Cómo no estar agradecidos con él? Si solo Dios puede transformar vidas, si solo Dios puede perdonar pecados, si solo Dios puede salvar almas perdidas, si solo Dios puede sanar heridas emocionales que causan dolor, si solo Dios puede llenar un corazón vacío con el espíritu santo de Dios, solo Dios puede reemplazar la soledad por el gozo, solo Dios puede mover montañas, solo Dios puede dar una paz perfecta, solo Dios puede abrir caminos donde parezca que no los hay, solo Dios puede restaurar lo que está quebrantado, solo Dios puede tomar nuestras vidas y hacer cosas nuevas y maravillosas. Estas cosas, son cosas que solo Dios puede hacer por nosotros. Por lo tanto, ¡alabado, exaltado y glorificado, sea nuestro bendito Señor y Salvador!

Oremos amados: Padre te damos gracias por tu bendita y eterna palabra en esta hora. Exaltamos tu nombre Señor, reconocemos que somos pecadores, y tú eres justo, tú eres Dios. Reconocemos esa misericordia tuya Señor que es eterna. Padre, estamos maravillados de la manera como tú nos amas, de la manera como tú nos perdonas, de la manera como tú nos bendices, nos cuidas, nos proteges, porque somos tus hijos amados. Señor, hemos pasado una vida confiando en otras cosas, confiando en el dinero, confiando en gente profesional, confiando en un montón de situaciones, cuando en realidad lo que el hombre necesita, solamente Dios lo puede hacer. Solo tú puedes restaurar nuestras almas, solo tú puedes restaurar nuestro corazón, solo en ti podemos encontrar el perdón de nuestras iniquidades, solo en ti podemos encontrar salvación, Señor, bendito seas eternamente y para siempre.

Mientras todos oramos, si usted nunca antes ha recibido a Cristo en su corazón y usted quiere hacerlo hoy, yo le invito a que ore conmigo. Si usted nunca ha recibido a Cristo, pero quiere hacerlo en este día, si usted necesita a Dios y quiere entregarle su corazón a Jesús, entonces diga conmigo de esta manera: Señor Jesús te pido perdón por mis pecados. Te doy gracias porque pusiste tu cuerpo en lugar del mío en la cruz del calvario. Gracias por derramar tu sangre. Me arrepiento, y te recibo como mi Señor y Salvador personal. Si usted hizo esta oración, yo quiero animarle a crecer en el conocimiento de Dios y su bendita palabra.

Señor gracias por esta palabra tan linda que atesoramos en nuestros corazones. Gracias por salvarnos. Gracias por perdonarnos. Gracias por bendecirnos, en el nombre de Jesús. amén y amén.

Amados míos que Dios me los bendiga.


Solo Dios


Febrero 18, 2024 – 1:30PM | Salmo 139:1-14 | Dr. David Rodríguez

Etiquetas: Dr. David Rodriguez, febrero 2024, salmos, transcripcion

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TRANSCRIPCIÓN

Vamos a abrir la palabra en el Salmos. En los minutos que nos quedan, quiero hablar de cosas que Solo Dios puede hacer por usted.

Salmos 139: 1-14 (RV-60): 1Oh Jehová, tú me has examinado y conocido. 2Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; Has entendido desde lejos mis pensamientos. 3Has escudriñado mi andar y mi reposo, y todos mis caminos te son conocidos. 4Pues aún no está la palabra en mi lengua, Y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda. 5Detrás y delante me rodeaste, Y sobre mí pusiste tu mano. 6Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí; Alto es, no lo puedo comprender. 7 ¿Adónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? 8Si subiere a los cielos, allí estás tú; Y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás. 9Si tomare las alas del alba Y habitare en el extremo del mar, 10Aún allí me guiará tu mano, Y me asirá tu diestra. 11Si dijere: Ciertamente las tinieblas me encubrirán, Aun la noche resplandecerá alrededor de mí. 12Aun las tinieblas no encubren de ti, Y la noche resplandece como el día; Lo mismo te son las tinieblas que la luz. 13Porque tú formaste mis entrañas; Tú me hiciste en el vientre de mi madre. 14Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; Estoy maravillado, Y mi alma lo sabe muy bien. ¡Que Dios añada bendición esta palabra!

Nosotros ya sabemos que para Dios todas las cosas son posibles. Dios posee atributos que son exclusivos de Él, por ejemplo: Solo Dios puede estar en todas partes al mismo tiempo. Solo Dios conoce todas las cosas. Solo Dios es todopoderoso.

Dios nos ha dado a los hombres la habilidad de hacer cosas. Nos ha dado capacidades, nos ha dado dones, talentos, para hacer muchas cosas. Dios nos ha dado intelecto, nos ha dado sentimientos, nos ha dado voluntad. Dios hizo al hombre inteligente, pensante, creativo, con la capacidad de ciencia, con la capacidad de superación; es por eso que, tenemos avances en el mundo. Avances en la medicina, la tecnología digital, astronomía, el mundo de la computación, la economía, la psicología, etcétera. Los avances del mundo tienen respuesta a casi todas las cosas que el mundo necesita; sin embargo, hay cosas en la vida que, absolutamente, nadie puede hacer por usted más que Dios, solamente Dios. Y de esas cosas quiero hablare a usted en la tarde de hoy.

  1. Solo Dios puede transformar vidas.

¿Qué significa esto? ¿Cómo lo hace? Solo Dios puede hacerlo, porque para transformar una vida hay que hacer una nueva creación. Y, ¿quién es el único que puede hacer una nueva creación? Dios.

Gálatas 6:15(RV-60): Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale nada, ni la incircuncisión, sino una nueva creación. ¿Qué es lo que le está diciendo Pablo a la iglesia en Galacia? ¡Qué importa si son o no son circuncidados, lo que importa es que ustedes sean una nueva creación, eso es lo que importa!

Cuando Nicodemo fue a hablar con Jesús de noche, siendo maestro de Israel, Jesús le dijo a Nicodemo: ¿cómo tú, siendo maestro de Israel, no sabes estas cosas? Jesús le dijo (Juan 3): Tienes que nacer de nuevo. Eso es una transformación, tienes que nacer de nuevo. Iglesia, ¿quién es el único que puede hacer una nueva creación? Solo Dios.

Juan 3: 6 (NTV): El ser humano solo puede reproducir la vida humana, pero la vida espiritual nace del Espíritu Santo.

1Pedro 1:23 (RV-60): siendo renacidos, no de una simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre.

Simiente viene de semilla, viene de semen. Es una simiente corruptible, porque mi papá pecador, mi abuelo pecador, mi bisabuelo pecador, es decir; desde Adán somos pecadores. El pecado entró al mundo por un hombre, y después para a todos los hombres; esa es la simiente corruptible. Por la simiente corruptible pecamos, hacemos cosas que no queremos hacer, envejecemos. La simiente corruptible es ley divina que nadie la puede cambiar. El único que puede transformar una vida y hacer que nosotros podamos ser renacidos es Dios. Porque yo nací corruptible a una vida física; pero, el único que puede hacer que yo renazca a una vida espiritual, es Dios. Solo Dios puede hacer que una persona sea transformada. Para poder transformar una vida hay que ser renacido, hay que renacer a una vida espiritual, y eso, solo Dios lo puede hacer.

Hay personas que dicen: yo no creo en Dios, yo no creo en esas cosas, eso es una locura; eso es tal cosa; pero un día tienen un encuentro con el Señor, y ahora alaban y glorifican, levantan sus manos, para exaltar al Rey de reyes y al Señor de señores. ¿Quién puede hacer eso? Solo Dios puede hacer eso, es el único que puede transformar una vida, Dios. Dios es el único que cambia un corazón, Dios es el único que cambia una vida, Dios es el único que transforma un ser; fuera de Dios nadie puede hacer eso.

  1. Solo Dios puede hacer milagros.

La Biblia nos habla de una mujer que padecía de flujo de sangre, desde hacía 12 largos años. Dice la palabra que esta mujer había gastado en médicos todo cuanto tenía, y no había podido ser curada por ninguno. ¿Qué necesitaba esta mujer? Un milagro. La hija de Jairo, dice la Biblia que era una hija única, tenía 12 añitos, dice la palabra que la hija de Jairo se estaba muriendo. ¿Qué necesitaba la hija de Jairo? Un milagro. Una mujer Cananea llegó donde Jesús clamando, y le dijo: Señor, hijo de David, ten misericordia de mí. Mi hija es gravemente atormentada por un demonio. ¿Qué necesitaba esta mujer Cananea? Un milagro. Los discípulos estaban en la barca y se levantó una tempestad, tan grande, que el viento echaba las olas en la barca, de tal manera que la barca se hundía. ¿Qué necesitaban los discípulos, en ese momento? Un milagro. Iglesia, dice la Biblia que María Magdalena tenía siete demonios, antes de seguir a Jesús. ¿Qué necesitaba María Magdalena? Un milagro. Un paralítico fue traído a Jesús, lo bajaron por un techo entre cuatro personas. ¿Qué necesitaba este paralítico? Necesitaba un milagro. La Biblia nos habla también, de un hombre que tenía una mano seca. En un día de reposo Jesús le dijo: extiende tu mano. ¿Qué necesitaba este hombre? Un milagro. Dice la Biblia que cuando entró Jesús a Capernaún vino a Él un centurión rogándole y diciéndole: Señor mi criado está postrado en casa, paralítico, gravemente atormentado. ¿Qué necesitaba? Un milagro. La viuda que llevaba a enterrar a su hijo único, y cuando Jesús vio a esta mujer se compadeció de ella. ¿Qué necesitaba esta mujer? Un milagro. En una oportunidad le trajeron a Jesús un mudo que estaba endemoniado. ¿Qué necesitaba este mudo? Un milagro. Cerca del mar de Galilea se reunió una multitud de casi 5000 personas escuchando la palabra del Señor, se hizo noche, no habían comido y no había comida. Los discípulos le dijeron: Señor, despide a esta multitud para que vayan y busquen algo para comer. ¿Qué necesitaba esa multitud amados míos? Necesitaba un milagro.

Dios tiene el poder absoluto de hacer lo que Él quiere, mis amados hermanos. Dios sigue sanando enfermedades, Dios sigue abriendo caminos en el mar, sendas en medio de las aguas impetuosas, abriendo caminos en el desierto, y ríos en la soledad. Si usted necesita un milagro, déjeme decirle que: el único que puede obrar un milagro en su vida es Dios. Ningún médico, ningún psicólogo, ningún consejero, ninguna persona, puede hacer por usted un milagro más que solamente Dios, el Dios de la gloria.

  1. Solo Dios puede abrir su corazón.

En Hechos capítulo 16, se nos presenta la corta historia de una mujer llamada Lidia que vendía telas.

Hechos 16:14-15 (RV-60): 14 Entonces una mujer llamada Lidia, vendedora de púrpura, de la ciudad de Tiatira, que adoraba a Dios, estaba oyendo; y el Señor abrió el corazón de ella para que estuviese atenta a lo que Pablo decía. 15Y cuando fue bautizada, y su familia, nos rogó diciendo: Si habéis juzgado que yo sea fiel al Señor, entrad en mi casa, y posad. Y nos obligó a quedarnos.

Además de cantar, además de oír, hubo otro elemento que es el que le da significado al cantar y al oír, y es que: el Señor abrió el corazón de ella. ¿Para qué? Para que estuviese atenta a lo que Pablo decía. Aquí hay una gran diferencia; porque ella escuchó, abrió su corazón y comenzó a servir; pero también su familia.

Yo quiero que usted reflexione en esto que le voy a decir: Miles de personas escuchan el evangelio cada día, pero no todos responden de igual manera al evangelio. Para mí esto, es una situación bien delicada. El día que yo recibí a Cristo, estábamos en una fila toda la familia y muchas otras personas. ¿Por qué responden de diferente manera al evangelio? ¿Por qué algunos hemos permanecido y otros no? ¿Por qué hay personas que se resisten? Porque hay gente que escucha el evangelio con indiferencia, con apatía, con resistencia, con incredulidad.

Romanos 3:11-12 (RV-60): 11No hay quien entienda, No hay quien busque a Dios. 12Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. Es que esto ocurre por naturaleza, no entendemos ni buscamos a Dios.

Es más, usted viene a la iglesia, viene su marido, viene su hijo, viene su hija y aparecen dos o tres carros; pero porque usted comenzó con la fregadera desde el viernes: acuérdense que el domingo vamos a la iglesia, acuérdense que el domingo… Pero resulta que el domingo que usted se enfermó y no vino, ¿qué pasó? No vino su marido, no vinieron sus hijos, y no vinieron sus nietos. Es usted quien tiene ese deseo, esa necesidad de escuchar el glorioso evangelio, usted es quien tiene esa necesidad tremenda de escucha la bendita palabra; pero al resto de la familia no les importa.

Hechos 13:46 (RV-60): Entonces Pablo y Bernabé, hablando con denuedo, dijeron: A vosotros a la verdad era necesario que se os hablase primero la palabra de Dios; mas puesto que la desecháis, y no os juzgáis dignos de la vida eterna, he aquí, nos volvemos a los gentiles. A ustedes les predico el evangelio, les predico el evangelio y les vale, reciben el evangelio con indiferencia, reciben el evangelio con resistencia, con apatía, con incredulidad, como si fuera cualquier cosa. Entonces, ¿sabe qué? No son dignos de este evangelio, eso dijo Pablo.

Lo que quiero decirles hermanos, en este tercer punto, es que solamente Dios puede abrir nuestros corazones. Cuando yo vengo a la casa del Señor, yo tengo que venir con ese deseo de que Dios hable a mi vida, no importa quién esté aquí al frente predicando, no importa quién esté trayendo el mensaje, Dios abre los corazones.

Una vez yo hice un experimento en una clase de homilética, le dije a los estudiantes: “Necesito que ustedes pongan atención al sermón que voy a predicar el próximo domingo, y que me hagan un resumen de ese sermón”, hay un punto que es el que yo siempre ando buscando, estamos hablando de unos 45 estudiantes, más o menos. El mismo sermón, mismos versículos, los muchachos (estudiantes) sentados ahí en medio de la congregación. A la hora de revisar el resultado de los sermones, entre las respuestas, unos cuantos dijeron: un sermón bíblico, se me hace muy largo, buen contenido; pero hubo 12 personas que dijeron que el sermón había hablado a sus vidas, 12 personas de 45. ¿Por qué si escuchamos el mismo mensaje causa efecto diferente entre las personas? ¿Con qué actitud venimos nosotros a escuchar el mensaje? ¿Con qué actitud nos sentamos en esa silla? ¿Qué cosas pasan por nuestra mente a la hora que escuchamos el mensaje del Señor?

Hay personas que el evangelio les estorba, la Biblia dice claramente que: los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras son malas. Aquí hay personas que no les gusta que yo hable de los antros, ¿por qué?, porque ahí van a parar todos los fines de semana.

¿Por qué razón una persona responde de una manera y otros no?

1 Corintios 2:14 (NTV): Pero los que no son espirituales no pueden recibir esas verdades de parte del Espíritu de Dios. Todo les suena ridículo y no pueden entenderlo, porque solo los que son espirituales pueden entender lo que el Espíritu quiere decir. En pocas palabras: el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu. Su marido viene a la iglesia porque usted lo trae, su mujer viene a la iglesia porque usted la trae, sus hijos vienen a la iglesia porque usted los trae. Dígame la última vez que su hijo se levantó y le dijo: ¿mamá no vas a ir al culto? Porque, aunque tú no vayas yo me voy. Le aseguro que se desmaya usted.

Solo Dios puede abrir el corazón. ¡Por eso yo alabo, bendigo, exalto el nombre del Señor! Cuando me predicaron el evangelio del Señor, yo pude haber dicho: No, hoy no, más adelante, en otra oportunidad, ahí regreso.

  1. Solo Dios puede dar paz en medio de las tormentas de la vida.

Juan 14:27 (RV-60): La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.

Juan 14:27 (NTV): Les dejo un regalo: paz en la mente y en el corazón. Y la paz que yo doy es un regalo que el mundo no puede dar. Así que no se angustien ni tengan miedo. ¡Aleluya! ¡Que rico! Yo estoy hablando de cosas que Solo Dios puede hacer por usted.

La paz del mundo es temporal, la paz del mundo es efímera, es cosmética, es una promesa vacía. Es por eso que Jesús le dijo: Si tú tomas agua vas a volver a tener sed mujer; pero si tomas de esta agua, de tu interior van a correr ríos de agua viva. Nunca más vas a volver a tener sed. Esa es la paz que Dios nos da. La paz del mundo ignora la raíz del problema.

Hermanos míos, por lo regular, cuando atravesamos por una tormenta en la vida sentimos ansiedad, intranquilidad, angustia, preocupación, sentimiento de abandono; pero la paz de Dios, de acuerdo a Filipenses 4:7 (RV-60): Sobrepasa todo entendimiento.

Cuando yo voy a funerales de personas que no son creyentes, me doy cuenta de la falta de Dios que tienen las personas, en su corazón no hay paz. Cuando yo me presento delante de esa gente, yo les presento al Dios de la Biblia. Dios no es injusto, de ninguna manera; las cosas pasan con un propósito. El único que puede hacer algo bueno, de algo malo, es Dios. Y les digo: desearía que esto, lo que estamos viendo acá, sirva para que usted se ponga en paz con Dios. Sin embargo, cuando es el funeral de un cristiano, hay paz en el corazón de su familia, aunque sabemos que hay dolor por la partida física. Pero no se dicen adiós para siempre, sino: hasta luego, nos vemos pronto; porque saben que ese ser querido está haciendo algo que vamos a hacer nosotros un día: adorar y exaltar al Rey de reyes y al Señor de Señores, al único que murió en la cruz del calvario para darnos salvación, al que merece alabanza, honra y gloria. ¡Amén!

La paz que Dios da, la paz de Dios, es segura, es permanente, es fundamentada en la eterna, gloriosa y bendita palabra de Dios. La paz de Dios trata con la raíz del problema del hombre, que es su pecado.

Isaías 53:5 (NVI): Él fue traspasado por nuestras rebeliones, y molido por nuestras iniquidades; sobre él recayó el castigo, precio de nuestra paz, y gracias a sus heridas fuimos sanados. Esa paz que nosotros gozamos en medio de la tormenta, esa paz que gozamos en medio de la dificultad, esa paz que gozamos tuvo un bien elevado: la sangre de Cristo en la cruz del calvario. Cada vez que pasamos por un problema y el corazón comienza a latir más rápido de lo normal, cada vez que usted siente ansiedad, viene Dios y te dice: no te preocupes, no temas; te voy a dar una paz que no tiene precio y que nadie te la puede dar. Porque esa paz yo la conseguí poniendo mi cuerpo en la cruz del calvario, para que tú tengas paz en tu corazón. ¡Dios mío!

  1. Solo Dios puede salvar.

¡Ay, Gloria a Dios!

Hechos 4:12 (RV-60): Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos. Solo Dios puede salvar al hombre de la muerte eterna. Solo Dios puede cambiar nuestro destino solo en Cristo Jesús hay perdón de pecados y vida eterna.

Estas cosas, solamente Dios las puede hacer en nuestras vidas mis queridos y amados hermanos. La Biblia dice que la paga del pecado es muerte espiritual.

Una vez alguien hizo una pregunta y decía: ¿por qué si Dios es bueno manda a la gente al infierno? Dios no manda el infierno a nadie, mis queridos y amados hermanos. La pregunta en realidad, que vale la pena, no es esa; porque el infierno lo tenemos ganado por nuestras malas acciones. El infierno lo tenemos ganado por nuestras vidas ocultas, el infierno lo tenemos ganado por nuestros malos pensamientos. La maravilla de todo esto es que: ¿Cómo es posible qué siendo tan malos, Dios en su gracia, en su misericordia y su compasión, haya puesto los ojos en nosotros y nos dé el cielo? ¡Esa es la maravilla del Evangelio! ¿Cómo es posible que siendo pecador Dios me salve por gracia? No lo merezco, ni usted tampoco; es por gracia y por misericordia. ¿Cómo no estar agradecidos con él? Si solo Dios puede transformar vidas, si solo Dios puede perdonar pecados, si solo Dios puede salvar almas perdidas, si solo Dios puede sanar heridas emocionales que causan dolor, si solo Dios puede llenar un corazón vacío con el espíritu santo de Dios, solo Dios puede reemplazar la soledad por el gozo, solo Dios puede mover montañas, solo Dios puede dar una paz perfecta, solo Dios puede abrir caminos donde parezca que no los hay, solo Dios puede restaurar lo que está quebrantado, solo Dios puede tomar nuestras vidas y hacer cosas nuevas y maravillosas. Estas cosas, son cosas que solo Dios puede hacer por nosotros. Por lo tanto, ¡alabado, exaltado y glorificado, sea nuestro bendito Señor y Salvador!

Oremos amados: Padre te damos gracias por tu bendita y eterna palabra en esta hora. Exaltamos tu nombre Señor, reconocemos que somos pecadores, y tú eres justo, tú eres Dios. Reconocemos esa misericordia tuya Señor que es eterna. Padre, estamos maravillados de la manera como tú nos amas, de la manera como tú nos perdonas, de la manera como tú nos bendices, nos cuidas, nos proteges, porque somos tus hijos amados. Señor, hemos pasado una vida confiando en otras cosas, confiando en el dinero, confiando en gente profesional, confiando en un montón de situaciones, cuando en realidad lo que el hombre necesita, solamente Dios lo puede hacer. Solo tú puedes restaurar nuestras almas, solo tú puedes restaurar nuestro corazón, solo en ti podemos encontrar el perdón de nuestras iniquidades, solo en ti podemos encontrar salvación, Señor, bendito seas eternamente y para siempre.

Mientras todos oramos, si usted nunca antes ha recibido a Cristo en su corazón y usted quiere hacerlo hoy, yo le invito a que ore conmigo. Si usted nunca ha recibido a Cristo, pero quiere hacerlo en este día, si usted necesita a Dios y quiere entregarle su corazón a Jesús, entonces diga conmigo de esta manera: Señor Jesús te pido perdón por mis pecados. Te doy gracias porque pusiste tu cuerpo en lugar del mío en la cruz del calvario. Gracias por derramar tu sangre. Me arrepiento, y te recibo como mi Señor y Salvador personal. Si usted hizo esta oración, yo quiero animarle a crecer en el conocimiento de Dios y su bendita palabra.

Señor gracias por esta palabra tan linda que atesoramos en nuestros corazones. Gracias por salvarnos. Gracias por perdonarnos. Gracias por bendecirnos, en el nombre de Jesús. amén y amén.

Amados míos que Dios me los bendiga.

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Solo Dios

Febrero 18, 2024 – 1:30PM | Salmo 139:1-14 | Dr. David Rodríguez

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TRANSCRIPCIÓN

Vamos a abrir la palabra en el Salmos. En los minutos que nos quedan, quiero hablar de cosas que Solo Dios puede hacer por usted.

Salmos 139: 1-14 (RV-60): 1Oh Jehová, tú me has examinado y conocido. 2Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; Has entendido desde lejos mis pensamientos. 3Has escudriñado mi andar y mi reposo, y todos mis caminos te son conocidos. 4Pues aún no está la palabra en mi lengua, Y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda. 5Detrás y delante me rodeaste, Y sobre mí pusiste tu mano. 6Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí; Alto es, no lo puedo comprender. 7 ¿Adónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? 8Si subiere a los cielos, allí estás tú; Y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás. 9Si tomare las alas del alba Y habitare en el extremo del mar, 10Aún allí me guiará tu mano, Y me asirá tu diestra. 11Si dijere: Ciertamente las tinieblas me encubrirán, Aun la noche resplandecerá alrededor de mí. 12Aun las tinieblas no encubren de ti, Y la noche resplandece como el día; Lo mismo te son las tinieblas que la luz. 13Porque tú formaste mis entrañas; Tú me hiciste en el vientre de mi madre. 14Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; Estoy maravillado, Y mi alma lo sabe muy bien. ¡Que Dios añada bendición esta palabra!

Nosotros ya sabemos que para Dios todas las cosas son posibles. Dios posee atributos que son exclusivos de Él, por ejemplo: Solo Dios puede estar en todas partes al mismo tiempo. Solo Dios conoce todas las cosas. Solo Dios es todopoderoso.

Dios nos ha dado a los hombres la habilidad de hacer cosas. Nos ha dado capacidades, nos ha dado dones, talentos, para hacer muchas cosas. Dios nos ha dado intelecto, nos ha dado sentimientos, nos ha dado voluntad. Dios hizo al hombre inteligente, pensante, creativo, con la capacidad de ciencia, con la capacidad de superación; es por eso que, tenemos avances en el mundo. Avances en la medicina, la tecnología digital, astronomía, el mundo de la computación, la economía, la psicología, etcétera. Los avances del mundo tienen respuesta a casi todas las cosas que el mundo necesita; sin embargo, hay cosas en la vida que, absolutamente, nadie puede hacer por usted más que Dios, solamente Dios. Y de esas cosas quiero hablare a usted en la tarde de hoy.

  1. Solo Dios puede transformar vidas.

¿Qué significa esto? ¿Cómo lo hace? Solo Dios puede hacerlo, porque para transformar una vida hay que hacer una nueva creación. Y, ¿quién es el único que puede hacer una nueva creación? Dios.

Gálatas 6:15(RV-60): Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale nada, ni la incircuncisión, sino una nueva creación. ¿Qué es lo que le está diciendo Pablo a la iglesia en Galacia? ¡Qué importa si son o no son circuncidados, lo que importa es que ustedes sean una nueva creación, eso es lo que importa!

Cuando Nicodemo fue a hablar con Jesús de noche, siendo maestro de Israel, Jesús le dijo a Nicodemo: ¿cómo tú, siendo maestro de Israel, no sabes estas cosas? Jesús le dijo (Juan 3): Tienes que nacer de nuevo. Eso es una transformación, tienes que nacer de nuevo. Iglesia, ¿quién es el único que puede hacer una nueva creación? Solo Dios.

Juan 3: 6 (NTV): El ser humano solo puede reproducir la vida humana, pero la vida espiritual nace del Espíritu Santo.

1Pedro 1:23 (RV-60): siendo renacidos, no de una simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre.

Simiente viene de semilla, viene de semen. Es una simiente corruptible, porque mi papá pecador, mi abuelo pecador, mi bisabuelo pecador, es decir; desde Adán somos pecadores. El pecado entró al mundo por un hombre, y después para a todos los hombres; esa es la simiente corruptible. Por la simiente corruptible pecamos, hacemos cosas que no queremos hacer, envejecemos. La simiente corruptible es ley divina que nadie la puede cambiar. El único que puede transformar una vida y hacer que nosotros podamos ser renacidos es Dios. Porque yo nací corruptible a una vida física; pero, el único que puede hacer que yo renazca a una vida espiritual, es Dios. Solo Dios puede hacer que una persona sea transformada. Para poder transformar una vida hay que ser renacido, hay que renacer a una vida espiritual, y eso, solo Dios lo puede hacer.

Hay personas que dicen: yo no creo en Dios, yo no creo en esas cosas, eso es una locura; eso es tal cosa; pero un día tienen un encuentro con el Señor, y ahora alaban y glorifican, levantan sus manos, para exaltar al Rey de reyes y al Señor de señores. ¿Quién puede hacer eso? Solo Dios puede hacer eso, es el único que puede transformar una vida, Dios. Dios es el único que cambia un corazón, Dios es el único que cambia una vida, Dios es el único que transforma un ser; fuera de Dios nadie puede hacer eso.

  1. Solo Dios puede hacer milagros.

La Biblia nos habla de una mujer que padecía de flujo de sangre, desde hacía 12 largos años. Dice la palabra que esta mujer había gastado en médicos todo cuanto tenía, y no había podido ser curada por ninguno. ¿Qué necesitaba esta mujer? Un milagro. La hija de Jairo, dice la Biblia que era una hija única, tenía 12 añitos, dice la palabra que la hija de Jairo se estaba muriendo. ¿Qué necesitaba la hija de Jairo? Un milagro. Una mujer Cananea llegó donde Jesús clamando, y le dijo: Señor, hijo de David, ten misericordia de mí. Mi hija es gravemente atormentada por un demonio. ¿Qué necesitaba esta mujer Cananea? Un milagro. Los discípulos estaban en la barca y se levantó una tempestad, tan grande, que el viento echaba las olas en la barca, de tal manera que la barca se hundía. ¿Qué necesitaban los discípulos, en ese momento? Un milagro. Iglesia, dice la Biblia que María Magdalena tenía siete demonios, antes de seguir a Jesús. ¿Qué necesitaba María Magdalena? Un milagro. Un paralítico fue traído a Jesús, lo bajaron por un techo entre cuatro personas. ¿Qué necesitaba este paralítico? Necesitaba un milagro. La Biblia nos habla también, de un hombre que tenía una mano seca. En un día de reposo Jesús le dijo: extiende tu mano. ¿Qué necesitaba este hombre? Un milagro. Dice la Biblia que cuando entró Jesús a Capernaún vino a Él un centurión rogándole y diciéndole: Señor mi criado está postrado en casa, paralítico, gravemente atormentado. ¿Qué necesitaba? Un milagro. La viuda que llevaba a enterrar a su hijo único, y cuando Jesús vio a esta mujer se compadeció de ella. ¿Qué necesitaba esta mujer? Un milagro. En una oportunidad le trajeron a Jesús un mudo que estaba endemoniado. ¿Qué necesitaba este mudo? Un milagro. Cerca del mar de Galilea se reunió una multitud de casi 5000 personas escuchando la palabra del Señor, se hizo noche, no habían comido y no había comida. Los discípulos le dijeron: Señor, despide a esta multitud para que vayan y busquen algo para comer. ¿Qué necesitaba esa multitud amados míos? Necesitaba un milagro.

Dios tiene el poder absoluto de hacer lo que Él quiere, mis amados hermanos. Dios sigue sanando enfermedades, Dios sigue abriendo caminos en el mar, sendas en medio de las aguas impetuosas, abriendo caminos en el desierto, y ríos en la soledad. Si usted necesita un milagro, déjeme decirle que: el único que puede obrar un milagro en su vida es Dios. Ningún médico, ningún psicólogo, ningún consejero, ninguna persona, puede hacer por usted un milagro más que solamente Dios, el Dios de la gloria.

  1. Solo Dios puede abrir su corazón.

En Hechos capítulo 16, se nos presenta la corta historia de una mujer llamada Lidia que vendía telas.

Hechos 16:14-15 (RV-60): 14 Entonces una mujer llamada Lidia, vendedora de púrpura, de la ciudad de Tiatira, que adoraba a Dios, estaba oyendo; y el Señor abrió el corazón de ella para que estuviese atenta a lo que Pablo decía. 15Y cuando fue bautizada, y su familia, nos rogó diciendo: Si habéis juzgado que yo sea fiel al Señor, entrad en mi casa, y posad. Y nos obligó a quedarnos.

Además de cantar, además de oír, hubo otro elemento que es el que le da significado al cantar y al oír, y es que: el Señor abrió el corazón de ella. ¿Para qué? Para que estuviese atenta a lo que Pablo decía. Aquí hay una gran diferencia; porque ella escuchó, abrió su corazón y comenzó a servir; pero también su familia.

Yo quiero que usted reflexione en esto que le voy a decir: Miles de personas escuchan el evangelio cada día, pero no todos responden de igual manera al evangelio. Para mí esto, es una situación bien delicada. El día que yo recibí a Cristo, estábamos en una fila toda la familia y muchas otras personas. ¿Por qué responden de diferente manera al evangelio? ¿Por qué algunos hemos permanecido y otros no? ¿Por qué hay personas que se resisten? Porque hay gente que escucha el evangelio con indiferencia, con apatía, con resistencia, con incredulidad.

Romanos 3:11-12 (RV-60): 11No hay quien entienda, No hay quien busque a Dios. 12Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. Es que esto ocurre por naturaleza, no entendemos ni buscamos a Dios.

Es más, usted viene a la iglesia, viene su marido, viene su hijo, viene su hija y aparecen dos o tres carros; pero porque usted comenzó con la fregadera desde el viernes: acuérdense que el domingo vamos a la iglesia, acuérdense que el domingo… Pero resulta que el domingo que usted se enfermó y no vino, ¿qué pasó? No vino su marido, no vinieron sus hijos, y no vinieron sus nietos. Es usted quien tiene ese deseo, esa necesidad de escuchar el glorioso evangelio, usted es quien tiene esa necesidad tremenda de escucha la bendita palabra; pero al resto de la familia no les importa.

Hechos 13:46 (RV-60): Entonces Pablo y Bernabé, hablando con denuedo, dijeron: A vosotros a la verdad era necesario que se os hablase primero la palabra de Dios; mas puesto que la desecháis, y no os juzgáis dignos de la vida eterna, he aquí, nos volvemos a los gentiles. A ustedes les predico el evangelio, les predico el evangelio y les vale, reciben el evangelio con indiferencia, reciben el evangelio con resistencia, con apatía, con incredulidad, como si fuera cualquier cosa. Entonces, ¿sabe qué? No son dignos de este evangelio, eso dijo Pablo.

Lo que quiero decirles hermanos, en este tercer punto, es que solamente Dios puede abrir nuestros corazones. Cuando yo vengo a la casa del Señor, yo tengo que venir con ese deseo de que Dios hable a mi vida, no importa quién esté aquí al frente predicando, no importa quién esté trayendo el mensaje, Dios abre los corazones.

Una vez yo hice un experimento en una clase de homilética, le dije a los estudiantes: “Necesito que ustedes pongan atención al sermón que voy a predicar el próximo domingo, y que me hagan un resumen de ese sermón”, hay un punto que es el que yo siempre ando buscando, estamos hablando de unos 45 estudiantes, más o menos. El mismo sermón, mismos versículos, los muchachos (estudiantes) sentados ahí en medio de la congregación. A la hora de revisar el resultado de los sermones, entre las respuestas, unos cuantos dijeron: un sermón bíblico, se me hace muy largo, buen contenido; pero hubo 12 personas que dijeron que el sermón había hablado a sus vidas, 12 personas de 45. ¿Por qué si escuchamos el mismo mensaje causa efecto diferente entre las personas? ¿Con qué actitud venimos nosotros a escuchar el mensaje? ¿Con qué actitud nos sentamos en esa silla? ¿Qué cosas pasan por nuestra mente a la hora que escuchamos el mensaje del Señor?

Hay personas que el evangelio les estorba, la Biblia dice claramente que: los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras son malas. Aquí hay personas que no les gusta que yo hable de los antros, ¿por qué?, porque ahí van a parar todos los fines de semana.

¿Por qué razón una persona responde de una manera y otros no?

1 Corintios 2:14 (NTV): Pero los que no son espirituales no pueden recibir esas verdades de parte del Espíritu de Dios. Todo les suena ridículo y no pueden entenderlo, porque solo los que son espirituales pueden entender lo que el Espíritu quiere decir. En pocas palabras: el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu. Su marido viene a la iglesia porque usted lo trae, su mujer viene a la iglesia porque usted la trae, sus hijos vienen a la iglesia porque usted los trae. Dígame la última vez que su hijo se levantó y le dijo: ¿mamá no vas a ir al culto? Porque, aunque tú no vayas yo me voy. Le aseguro que se desmaya usted.

Solo Dios puede abrir el corazón. ¡Por eso yo alabo, bendigo, exalto el nombre del Señor! Cuando me predicaron el evangelio del Señor, yo pude haber dicho: No, hoy no, más adelante, en otra oportunidad, ahí regreso.

  1. Solo Dios puede dar paz en medio de las tormentas de la vida.

Juan 14:27 (RV-60): La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.

Juan 14:27 (NTV): Les dejo un regalo: paz en la mente y en el corazón. Y la paz que yo doy es un regalo que el mundo no puede dar. Así que no se angustien ni tengan miedo. ¡Aleluya! ¡Que rico! Yo estoy hablando de cosas que Solo Dios puede hacer por usted.

La paz del mundo es temporal, la paz del mundo es efímera, es cosmética, es una promesa vacía. Es por eso que Jesús le dijo: Si tú tomas agua vas a volver a tener sed mujer; pero si tomas de esta agua, de tu interior van a correr ríos de agua viva. Nunca más vas a volver a tener sed. Esa es la paz que Dios nos da. La paz del mundo ignora la raíz del problema.

Hermanos míos, por lo regular, cuando atravesamos por una tormenta en la vida sentimos ansiedad, intranquilidad, angustia, preocupación, sentimiento de abandono; pero la paz de Dios, de acuerdo a Filipenses 4:7 (RV-60): Sobrepasa todo entendimiento.

Cuando yo voy a funerales de personas que no son creyentes, me doy cuenta de la falta de Dios que tienen las personas, en su corazón no hay paz. Cuando yo me presento delante de esa gente, yo les presento al Dios de la Biblia. Dios no es injusto, de ninguna manera; las cosas pasan con un propósito. El único que puede hacer algo bueno, de algo malo, es Dios. Y les digo: desearía que esto, lo que estamos viendo acá, sirva para que usted se ponga en paz con Dios. Sin embargo, cuando es el funeral de un cristiano, hay paz en el corazón de su familia, aunque sabemos que hay dolor por la partida física. Pero no se dicen adiós para siempre, sino: hasta luego, nos vemos pronto; porque saben que ese ser querido está haciendo algo que vamos a hacer nosotros un día: adorar y exaltar al Rey de reyes y al Señor de Señores, al único que murió en la cruz del calvario para darnos salvación, al que merece alabanza, honra y gloria. ¡Amén!

La paz que Dios da, la paz de Dios, es segura, es permanente, es fundamentada en la eterna, gloriosa y bendita palabra de Dios. La paz de Dios trata con la raíz del problema del hombre, que es su pecado.

Isaías 53:5 (NVI): Él fue traspasado por nuestras rebeliones, y molido por nuestras iniquidades; sobre él recayó el castigo, precio de nuestra paz, y gracias a sus heridas fuimos sanados. Esa paz que nosotros gozamos en medio de la tormenta, esa paz que gozamos en medio de la dificultad, esa paz que gozamos tuvo un bien elevado: la sangre de Cristo en la cruz del calvario. Cada vez que pasamos por un problema y el corazón comienza a latir más rápido de lo normal, cada vez que usted siente ansiedad, viene Dios y te dice: no te preocupes, no temas; te voy a dar una paz que no tiene precio y que nadie te la puede dar. Porque esa paz yo la conseguí poniendo mi cuerpo en la cruz del calvario, para que tú tengas paz en tu corazón. ¡Dios mío!

  1. Solo Dios puede salvar.

¡Ay, Gloria a Dios!

Hechos 4:12 (RV-60): Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos. Solo Dios puede salvar al hombre de la muerte eterna. Solo Dios puede cambiar nuestro destino solo en Cristo Jesús hay perdón de pecados y vida eterna.

Estas cosas, solamente Dios las puede hacer en nuestras vidas mis queridos y amados hermanos. La Biblia dice que la paga del pecado es muerte espiritual.

Una vez alguien hizo una pregunta y decía: ¿por qué si Dios es bueno manda a la gente al infierno? Dios no manda el infierno a nadie, mis queridos y amados hermanos. La pregunta en realidad, que vale la pena, no es esa; porque el infierno lo tenemos ganado por nuestras malas acciones. El infierno lo tenemos ganado por nuestras vidas ocultas, el infierno lo tenemos ganado por nuestros malos pensamientos. La maravilla de todo esto es que: ¿Cómo es posible qué siendo tan malos, Dios en su gracia, en su misericordia y su compasión, haya puesto los ojos en nosotros y nos dé el cielo? ¡Esa es la maravilla del Evangelio! ¿Cómo es posible que siendo pecador Dios me salve por gracia? No lo merezco, ni usted tampoco; es por gracia y por misericordia. ¿Cómo no estar agradecidos con él? Si solo Dios puede transformar vidas, si solo Dios puede perdonar pecados, si solo Dios puede salvar almas perdidas, si solo Dios puede sanar heridas emocionales que causan dolor, si solo Dios puede llenar un corazón vacío con el espíritu santo de Dios, solo Dios puede reemplazar la soledad por el gozo, solo Dios puede mover montañas, solo Dios puede dar una paz perfecta, solo Dios puede abrir caminos donde parezca que no los hay, solo Dios puede restaurar lo que está quebrantado, solo Dios puede tomar nuestras vidas y hacer cosas nuevas y maravillosas. Estas cosas, son cosas que solo Dios puede hacer por nosotros. Por lo tanto, ¡alabado, exaltado y glorificado, sea nuestro bendito Señor y Salvador!

Oremos amados: Padre te damos gracias por tu bendita y eterna palabra en esta hora. Exaltamos tu nombre Señor, reconocemos que somos pecadores, y tú eres justo, tú eres Dios. Reconocemos esa misericordia tuya Señor que es eterna. Padre, estamos maravillados de la manera como tú nos amas, de la manera como tú nos perdonas, de la manera como tú nos bendices, nos cuidas, nos proteges, porque somos tus hijos amados. Señor, hemos pasado una vida confiando en otras cosas, confiando en el dinero, confiando en gente profesional, confiando en un montón de situaciones, cuando en realidad lo que el hombre necesita, solamente Dios lo puede hacer. Solo tú puedes restaurar nuestras almas, solo tú puedes restaurar nuestro corazón, solo en ti podemos encontrar el perdón de nuestras iniquidades, solo en ti podemos encontrar salvación, Señor, bendito seas eternamente y para siempre.

Mientras todos oramos, si usted nunca antes ha recibido a Cristo en su corazón y usted quiere hacerlo hoy, yo le invito a que ore conmigo. Si usted nunca ha recibido a Cristo, pero quiere hacerlo en este día, si usted necesita a Dios y quiere entregarle su corazón a Jesús, entonces diga conmigo de esta manera: Señor Jesús te pido perdón por mis pecados. Te doy gracias porque pusiste tu cuerpo en lugar del mío en la cruz del calvario. Gracias por derramar tu sangre. Me arrepiento, y te recibo como mi Señor y Salvador personal. Si usted hizo esta oración, yo quiero animarle a crecer en el conocimiento de Dios y su bendita palabra.

Señor gracias por esta palabra tan linda que atesoramos en nuestros corazones. Gracias por salvarnos. Gracias por perdonarnos. Gracias por bendecirnos, en el nombre de Jesús. amén y amén.

Amados míos que Dios me los bendiga.


Solo Dios


Febrero 18, 2024 – 1:30PM | Salmo 139:1-14 | Dr. David Rodríguez

Etiquetas: Dr. David Rodriguez, febrero 2024, salmos, transcripcion

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TRANSCRIPCIÓN

Vamos a abrir la palabra en el Salmos. En los minutos que nos quedan, quiero hablar de cosas que Solo Dios puede hacer por usted.

Salmos 139: 1-14 (RV-60): 1Oh Jehová, tú me has examinado y conocido. 2Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; Has entendido desde lejos mis pensamientos. 3Has escudriñado mi andar y mi reposo, y todos mis caminos te son conocidos. 4Pues aún no está la palabra en mi lengua, Y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda. 5Detrás y delante me rodeaste, Y sobre mí pusiste tu mano. 6Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí; Alto es, no lo puedo comprender. 7 ¿Adónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? 8Si subiere a los cielos, allí estás tú; Y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás. 9Si tomare las alas del alba Y habitare en el extremo del mar, 10Aún allí me guiará tu mano, Y me asirá tu diestra. 11Si dijere: Ciertamente las tinieblas me encubrirán, Aun la noche resplandecerá alrededor de mí. 12Aun las tinieblas no encubren de ti, Y la noche resplandece como el día; Lo mismo te son las tinieblas que la luz. 13Porque tú formaste mis entrañas; Tú me hiciste en el vientre de mi madre. 14Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; Estoy maravillado, Y mi alma lo sabe muy bien. ¡Que Dios añada bendición esta palabra!

Nosotros ya sabemos que para Dios todas las cosas son posibles. Dios posee atributos que son exclusivos de Él, por ejemplo: Solo Dios puede estar en todas partes al mismo tiempo. Solo Dios conoce todas las cosas. Solo Dios es todopoderoso.

Dios nos ha dado a los hombres la habilidad de hacer cosas. Nos ha dado capacidades, nos ha dado dones, talentos, para hacer muchas cosas. Dios nos ha dado intelecto, nos ha dado sentimientos, nos ha dado voluntad. Dios hizo al hombre inteligente, pensante, creativo, con la capacidad de ciencia, con la capacidad de superación; es por eso que, tenemos avances en el mundo. Avances en la medicina, la tecnología digital, astronomía, el mundo de la computación, la economía, la psicología, etcétera. Los avances del mundo tienen respuesta a casi todas las cosas que el mundo necesita; sin embargo, hay cosas en la vida que, absolutamente, nadie puede hacer por usted más que Dios, solamente Dios. Y de esas cosas quiero hablare a usted en la tarde de hoy.

  1. Solo Dios puede transformar vidas.

¿Qué significa esto? ¿Cómo lo hace? Solo Dios puede hacerlo, porque para transformar una vida hay que hacer una nueva creación. Y, ¿quién es el único que puede hacer una nueva creación? Dios.

Gálatas 6:15(RV-60): Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale nada, ni la incircuncisión, sino una nueva creación. ¿Qué es lo que le está diciendo Pablo a la iglesia en Galacia? ¡Qué importa si son o no son circuncidados, lo que importa es que ustedes sean una nueva creación, eso es lo que importa!

Cuando Nicodemo fue a hablar con Jesús de noche, siendo maestro de Israel, Jesús le dijo a Nicodemo: ¿cómo tú, siendo maestro de Israel, no sabes estas cosas? Jesús le dijo (Juan 3): Tienes que nacer de nuevo. Eso es una transformación, tienes que nacer de nuevo. Iglesia, ¿quién es el único que puede hacer una nueva creación? Solo Dios.

Juan 3: 6 (NTV): El ser humano solo puede reproducir la vida humana, pero la vida espiritual nace del Espíritu Santo.

1Pedro 1:23 (RV-60): siendo renacidos, no de una simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre.

Simiente viene de semilla, viene de semen. Es una simiente corruptible, porque mi papá pecador, mi abuelo pecador, mi bisabuelo pecador, es decir; desde Adán somos pecadores. El pecado entró al mundo por un hombre, y después para a todos los hombres; esa es la simiente corruptible. Por la simiente corruptible pecamos, hacemos cosas que no queremos hacer, envejecemos. La simiente corruptible es ley divina que nadie la puede cambiar. El único que puede transformar una vida y hacer que nosotros podamos ser renacidos es Dios. Porque yo nací corruptible a una vida física; pero, el único que puede hacer que yo renazca a una vida espiritual, es Dios. Solo Dios puede hacer que una persona sea transformada. Para poder transformar una vida hay que ser renacido, hay que renacer a una vida espiritual, y eso, solo Dios lo puede hacer.

Hay personas que dicen: yo no creo en Dios, yo no creo en esas cosas, eso es una locura; eso es tal cosa; pero un día tienen un encuentro con el Señor, y ahora alaban y glorifican, levantan sus manos, para exaltar al Rey de reyes y al Señor de señores. ¿Quién puede hacer eso? Solo Dios puede hacer eso, es el único que puede transformar una vida, Dios. Dios es el único que cambia un corazón, Dios es el único que cambia una vida, Dios es el único que transforma un ser; fuera de Dios nadie puede hacer eso.

  1. Solo Dios puede hacer milagros.

La Biblia nos habla de una mujer que padecía de flujo de sangre, desde hacía 12 largos años. Dice la palabra que esta mujer había gastado en médicos todo cuanto tenía, y no había podido ser curada por ninguno. ¿Qué necesitaba esta mujer? Un milagro. La hija de Jairo, dice la Biblia que era una hija única, tenía 12 añitos, dice la palabra que la hija de Jairo se estaba muriendo. ¿Qué necesitaba la hija de Jairo? Un milagro. Una mujer Cananea llegó donde Jesús clamando, y le dijo: Señor, hijo de David, ten misericordia de mí. Mi hija es gravemente atormentada por un demonio. ¿Qué necesitaba esta mujer Cananea? Un milagro. Los discípulos estaban en la barca y se levantó una tempestad, tan grande, que el viento echaba las olas en la barca, de tal manera que la barca se hundía. ¿Qué necesitaban los discípulos, en ese momento? Un milagro. Iglesia, dice la Biblia que María Magdalena tenía siete demonios, antes de seguir a Jesús. ¿Qué necesitaba María Magdalena? Un milagro. Un paralítico fue traído a Jesús, lo bajaron por un techo entre cuatro personas. ¿Qué necesitaba este paralítico? Necesitaba un milagro. La Biblia nos habla también, de un hombre que tenía una mano seca. En un día de reposo Jesús le dijo: extiende tu mano. ¿Qué necesitaba este hombre? Un milagro. Dice la Biblia que cuando entró Jesús a Capernaún vino a Él un centurión rogándole y diciéndole: Señor mi criado está postrado en casa, paralítico, gravemente atormentado. ¿Qué necesitaba? Un milagro. La viuda que llevaba a enterrar a su hijo único, y cuando Jesús vio a esta mujer se compadeció de ella. ¿Qué necesitaba esta mujer? Un milagro. En una oportunidad le trajeron a Jesús un mudo que estaba endemoniado. ¿Qué necesitaba este mudo? Un milagro. Cerca del mar de Galilea se reunió una multitud de casi 5000 personas escuchando la palabra del Señor, se hizo noche, no habían comido y no había comida. Los discípulos le dijeron: Señor, despide a esta multitud para que vayan y busquen algo para comer. ¿Qué necesitaba esa multitud amados míos? Necesitaba un milagro.

Dios tiene el poder absoluto de hacer lo que Él quiere, mis amados hermanos. Dios sigue sanando enfermedades, Dios sigue abriendo caminos en el mar, sendas en medio de las aguas impetuosas, abriendo caminos en el desierto, y ríos en la soledad. Si usted necesita un milagro, déjeme decirle que: el único que puede obrar un milagro en su vida es Dios. Ningún médico, ningún psicólogo, ningún consejero, ninguna persona, puede hacer por usted un milagro más que solamente Dios, el Dios de la gloria.

  1. Solo Dios puede abrir su corazón.

En Hechos capítulo 16, se nos presenta la corta historia de una mujer llamada Lidia que vendía telas.

Hechos 16:14-15 (RV-60): 14 Entonces una mujer llamada Lidia, vendedora de púrpura, de la ciudad de Tiatira, que adoraba a Dios, estaba oyendo; y el Señor abrió el corazón de ella para que estuviese atenta a lo que Pablo decía. 15Y cuando fue bautizada, y su familia, nos rogó diciendo: Si habéis juzgado que yo sea fiel al Señor, entrad en mi casa, y posad. Y nos obligó a quedarnos.

Además de cantar, además de oír, hubo otro elemento que es el que le da significado al cantar y al oír, y es que: el Señor abrió el corazón de ella. ¿Para qué? Para que estuviese atenta a lo que Pablo decía. Aquí hay una gran diferencia; porque ella escuchó, abrió su corazón y comenzó a servir; pero también su familia.

Yo quiero que usted reflexione en esto que le voy a decir: Miles de personas escuchan el evangelio cada día, pero no todos responden de igual manera al evangelio. Para mí esto, es una situación bien delicada. El día que yo recibí a Cristo, estábamos en una fila toda la familia y muchas otras personas. ¿Por qué responden de diferente manera al evangelio? ¿Por qué algunos hemos permanecido y otros no? ¿Por qué hay personas que se resisten? Porque hay gente que escucha el evangelio con indiferencia, con apatía, con resistencia, con incredulidad.

Romanos 3:11-12 (RV-60): 11No hay quien entienda, No hay quien busque a Dios. 12Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. Es que esto ocurre por naturaleza, no entendemos ni buscamos a Dios.

Es más, usted viene a la iglesia, viene su marido, viene su hijo, viene su hija y aparecen dos o tres carros; pero porque usted comenzó con la fregadera desde el viernes: acuérdense que el domingo vamos a la iglesia, acuérdense que el domingo… Pero resulta que el domingo que usted se enfermó y no vino, ¿qué pasó? No vino su marido, no vinieron sus hijos, y no vinieron sus nietos. Es usted quien tiene ese deseo, esa necesidad de escuchar el glorioso evangelio, usted es quien tiene esa necesidad tremenda de escucha la bendita palabra; pero al resto de la familia no les importa.

Hechos 13:46 (RV-60): Entonces Pablo y Bernabé, hablando con denuedo, dijeron: A vosotros a la verdad era necesario que se os hablase primero la palabra de Dios; mas puesto que la desecháis, y no os juzgáis dignos de la vida eterna, he aquí, nos volvemos a los gentiles. A ustedes les predico el evangelio, les predico el evangelio y les vale, reciben el evangelio con indiferencia, reciben el evangelio con resistencia, con apatía, con incredulidad, como si fuera cualquier cosa. Entonces, ¿sabe qué? No son dignos de este evangelio, eso dijo Pablo.

Lo que quiero decirles hermanos, en este tercer punto, es que solamente Dios puede abrir nuestros corazones. Cuando yo vengo a la casa del Señor, yo tengo que venir con ese deseo de que Dios hable a mi vida, no importa quién esté aquí al frente predicando, no importa quién esté trayendo el mensaje, Dios abre los corazones.

Una vez yo hice un experimento en una clase de homilética, le dije a los estudiantes: “Necesito que ustedes pongan atención al sermón que voy a predicar el próximo domingo, y que me hagan un resumen de ese sermón”, hay un punto que es el que yo siempre ando buscando, estamos hablando de unos 45 estudiantes, más o menos. El mismo sermón, mismos versículos, los muchachos (estudiantes) sentados ahí en medio de la congregación. A la hora de revisar el resultado de los sermones, entre las respuestas, unos cuantos dijeron: un sermón bíblico, se me hace muy largo, buen contenido; pero hubo 12 personas que dijeron que el sermón había hablado a sus vidas, 12 personas de 45. ¿Por qué si escuchamos el mismo mensaje causa efecto diferente entre las personas? ¿Con qué actitud venimos nosotros a escuchar el mensaje? ¿Con qué actitud nos sentamos en esa silla? ¿Qué cosas pasan por nuestra mente a la hora que escuchamos el mensaje del Señor?

Hay personas que el evangelio les estorba, la Biblia dice claramente que: los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras son malas. Aquí hay personas que no les gusta que yo hable de los antros, ¿por qué?, porque ahí van a parar todos los fines de semana.

¿Por qué razón una persona responde de una manera y otros no?

1 Corintios 2:14 (NTV): Pero los que no son espirituales no pueden recibir esas verdades de parte del Espíritu de Dios. Todo les suena ridículo y no pueden entenderlo, porque solo los que son espirituales pueden entender lo que el Espíritu quiere decir. En pocas palabras: el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu. Su marido viene a la iglesia porque usted lo trae, su mujer viene a la iglesia porque usted la trae, sus hijos vienen a la iglesia porque usted los trae. Dígame la última vez que su hijo se levantó y le dijo: ¿mamá no vas a ir al culto? Porque, aunque tú no vayas yo me voy. Le aseguro que se desmaya usted.

Solo Dios puede abrir el corazón. ¡Por eso yo alabo, bendigo, exalto el nombre del Señor! Cuando me predicaron el evangelio del Señor, yo pude haber dicho: No, hoy no, más adelante, en otra oportunidad, ahí regreso.

  1. Solo Dios puede dar paz en medio de las tormentas de la vida.

Juan 14:27 (RV-60): La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.

Juan 14:27 (NTV): Les dejo un regalo: paz en la mente y en el corazón. Y la paz que yo doy es un regalo que el mundo no puede dar. Así que no se angustien ni tengan miedo. ¡Aleluya! ¡Que rico! Yo estoy hablando de cosas que Solo Dios puede hacer por usted.

La paz del mundo es temporal, la paz del mundo es efímera, es cosmética, es una promesa vacía. Es por eso que Jesús le dijo: Si tú tomas agua vas a volver a tener sed mujer; pero si tomas de esta agua, de tu interior van a correr ríos de agua viva. Nunca más vas a volver a tener sed. Esa es la paz que Dios nos da. La paz del mundo ignora la raíz del problema.

Hermanos míos, por lo regular, cuando atravesamos por una tormenta en la vida sentimos ansiedad, intranquilidad, angustia, preocupación, sentimiento de abandono; pero la paz de Dios, de acuerdo a Filipenses 4:7 (RV-60): Sobrepasa todo entendimiento.

Cuando yo voy a funerales de personas que no son creyentes, me doy cuenta de la falta de Dios que tienen las personas, en su corazón no hay paz. Cuando yo me presento delante de esa gente, yo les presento al Dios de la Biblia. Dios no es injusto, de ninguna manera; las cosas pasan con un propósito. El único que puede hacer algo bueno, de algo malo, es Dios. Y les digo: desearía que esto, lo que estamos viendo acá, sirva para que usted se ponga en paz con Dios. Sin embargo, cuando es el funeral de un cristiano, hay paz en el corazón de su familia, aunque sabemos que hay dolor por la partida física. Pero no se dicen adiós para siempre, sino: hasta luego, nos vemos pronto; porque saben que ese ser querido está haciendo algo que vamos a hacer nosotros un día: adorar y exaltar al Rey de reyes y al Señor de Señores, al único que murió en la cruz del calvario para darnos salvación, al que merece alabanza, honra y gloria. ¡Amén!

La paz que Dios da, la paz de Dios, es segura, es permanente, es fundamentada en la eterna, gloriosa y bendita palabra de Dios. La paz de Dios trata con la raíz del problema del hombre, que es su pecado.

Isaías 53:5 (NVI): Él fue traspasado por nuestras rebeliones, y molido por nuestras iniquidades; sobre él recayó el castigo, precio de nuestra paz, y gracias a sus heridas fuimos sanados. Esa paz que nosotros gozamos en medio de la tormenta, esa paz que gozamos en medio de la dificultad, esa paz que gozamos tuvo un bien elevado: la sangre de Cristo en la cruz del calvario. Cada vez que pasamos por un problema y el corazón comienza a latir más rápido de lo normal, cada vez que usted siente ansiedad, viene Dios y te dice: no te preocupes, no temas; te voy a dar una paz que no tiene precio y que nadie te la puede dar. Porque esa paz yo la conseguí poniendo mi cuerpo en la cruz del calvario, para que tú tengas paz en tu corazón. ¡Dios mío!

  1. Solo Dios puede salvar.

¡Ay, Gloria a Dios!

Hechos 4:12 (RV-60): Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos. Solo Dios puede salvar al hombre de la muerte eterna. Solo Dios puede cambiar nuestro destino solo en Cristo Jesús hay perdón de pecados y vida eterna.

Estas cosas, solamente Dios las puede hacer en nuestras vidas mis queridos y amados hermanos. La Biblia dice que la paga del pecado es muerte espiritual.

Una vez alguien hizo una pregunta y decía: ¿por qué si Dios es bueno manda a la gente al infierno? Dios no manda el infierno a nadie, mis queridos y amados hermanos. La pregunta en realidad, que vale la pena, no es esa; porque el infierno lo tenemos ganado por nuestras malas acciones. El infierno lo tenemos ganado por nuestras vidas ocultas, el infierno lo tenemos ganado por nuestros malos pensamientos. La maravilla de todo esto es que: ¿Cómo es posible qué siendo tan malos, Dios en su gracia, en su misericordia y su compasión, haya puesto los ojos en nosotros y nos dé el cielo? ¡Esa es la maravilla del Evangelio! ¿Cómo es posible que siendo pecador Dios me salve por gracia? No lo merezco, ni usted tampoco; es por gracia y por misericordia. ¿Cómo no estar agradecidos con él? Si solo Dios puede transformar vidas, si solo Dios puede perdonar pecados, si solo Dios puede salvar almas perdidas, si solo Dios puede sanar heridas emocionales que causan dolor, si solo Dios puede llenar un corazón vacío con el espíritu santo de Dios, solo Dios puede reemplazar la soledad por el gozo, solo Dios puede mover montañas, solo Dios puede dar una paz perfecta, solo Dios puede abrir caminos donde parezca que no los hay, solo Dios puede restaurar lo que está quebrantado, solo Dios puede tomar nuestras vidas y hacer cosas nuevas y maravillosas. Estas cosas, son cosas que solo Dios puede hacer por nosotros. Por lo tanto, ¡alabado, exaltado y glorificado, sea nuestro bendito Señor y Salvador!

Oremos amados: Padre te damos gracias por tu bendita y eterna palabra en esta hora. Exaltamos tu nombre Señor, reconocemos que somos pecadores, y tú eres justo, tú eres Dios. Reconocemos esa misericordia tuya Señor que es eterna. Padre, estamos maravillados de la manera como tú nos amas, de la manera como tú nos perdonas, de la manera como tú nos bendices, nos cuidas, nos proteges, porque somos tus hijos amados. Señor, hemos pasado una vida confiando en otras cosas, confiando en el dinero, confiando en gente profesional, confiando en un montón de situaciones, cuando en realidad lo que el hombre necesita, solamente Dios lo puede hacer. Solo tú puedes restaurar nuestras almas, solo tú puedes restaurar nuestro corazón, solo en ti podemos encontrar el perdón de nuestras iniquidades, solo en ti podemos encontrar salvación, Señor, bendito seas eternamente y para siempre.

Mientras todos oramos, si usted nunca antes ha recibido a Cristo en su corazón y usted quiere hacerlo hoy, yo le invito a que ore conmigo. Si usted nunca ha recibido a Cristo, pero quiere hacerlo en este día, si usted necesita a Dios y quiere entregarle su corazón a Jesús, entonces diga conmigo de esta manera: Señor Jesús te pido perdón por mis pecados. Te doy gracias porque pusiste tu cuerpo en lugar del mío en la cruz del calvario. Gracias por derramar tu sangre. Me arrepiento, y te recibo como mi Señor y Salvador personal. Si usted hizo esta oración, yo quiero animarle a crecer en el conocimiento de Dios y su bendita palabra.

Señor gracias por esta palabra tan linda que atesoramos en nuestros corazones. Gracias por salvarnos. Gracias por perdonarnos. Gracias por bendecirnos, en el nombre de Jesús. amén y amén.

Amados míos que Dios me los bendiga.

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