La planificación no es un suceso, sino un proceso.

ProActivo Podcast

Hey, ¿qué tal? ¿todo bien? Mi nombre es Esteban Améstegui y soy el conductor de ProActivo Podcast. Estudié Comunicación Social y me estoy especializando en Marketing Digital y Social Media. El día de hoy quiero compartirte mis reflexiones sobre cómo conciliar nuestra planificación con los imprevistos y emergencias. Te compartiré una lección que aprendí de un curso que tomé en Crehana y algunos consejos prácticos. Así que, sin más preámbulos, ¡comencemos!

Es el domingo por la tarde. Dedicas dos horas o más a planificar tu semana con Google Calendar o la aplicación que más te gusta. A cada actividad le pones un color según cuán importante es (déjame adivinar, rojo - urgente) . Hasta separas tiempos para descansar, meditar, escribir tu bestseller y hacer ejercicio.

Sin embargo, despiertas el lunes media hora después de lo que querías (¡Sabía que a las 5 A.m. no era realista!). Ahora, todo tu cronograma debe moverse. ¡Y eso que todavía no llegaron las llamadas inesperadas, las emergencias y los atrasos! Por lo general, a eso de las 10:00 A.m. ya no tiene mucho sentido seguir tu cronograma. ¿Te sientes identificado?

Te soy sincero, esto es algo que me sucede mucho más seguido de lo que quisiera y casi siempre me genera mucha frustración. Lastimosamente, el trabajo remoto y la pandemia hicieron que las cosas fueran mucho más difíciles. Por eso, hace poco decidí tomar un curso sobre Cultura de trabajo remoto, con Maia Mazer, en Crehana.

Si bien el contenido de todo el curso fue bastante bueno, Maia dijo algo que resonó bastante conmigo y este problema: “La táctica supera la estrategia.” Lo sé, no es la típica frase que te cambia la vida para siempre pero permíteme desarrollar un poco más.

Esto no significa que la planificación no sirve. Sigue siendo importante organizar nuestro tiempo, priorizar las tareas y tener claro nuestros objetivos. Sin embargo, en el día a día, debemos tener claro que las cosas pueden cambiar y ser flexibles para adaptarnos a las nuevas circunstancias. La capacidad de acomodarnos a la situación es un complemento perfecto a nuestra habilidad de preparar nuestra agenda.

En ese sentido, podemos ampliar nuestra comprensión de la organización de nuestro tiempo. En cierta manera, podríamos afirmar lo siguiente: “La planificación no es un suceso, es un proceso continuo”. Es decir, no basta con armar nuestro cronograma una vez a la semana. Es necesario renegociar constantemente con nuestro calendario a medida que las emergencias e imprevistos surgen.

Para que estas cosas no te produzcan más frustración, aquí tengo unos consejos para ti:

1. Uno. Asume que van a surgir imprevistos. Separa un tiempo diario para atender estas cosas. En caso que nada suceda, tendrás ese tiempo para adelantar otros proyectos y/o tareas.

1. Dos. El ser humano tiende a ser optimista con relación al tiempo que le tomará realizar cualquier cosa. Incrementa algo de tiempo en tu calendario para cada tarea. Intenta ser lo más realista posible. Es más, a veces vale la pena hasta ser pesimista con ello.

1. Tres. Renegocia tu agenda lo antes posible. Si surge un imprevisto, reacomoda las horas de tu cronograma en cuanto estés al tanto del cambio. De otra manera, a medida que recibas las notificaciones de los eventos desfasados, sentirás que ese pequeño ajuste afectó a todo tu día.

Espero que estos consejos te sean útiles y te ayuden a tener una relación más saludable con la planificación y los cambios repentinos. Esta nueva mentalidad te permitirá conciliar mejor el caos y el orden que son tan propios de la vida. Además, es una característica notoria de las personas proactivas.

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Espero verte pronto por ahí.

¡Un abrazo fuerte y hasta la próxima!