Prédica La Palabra - Obispo Magdiel Taveras

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PREDICA LA PALABRA

“Te requiero delante de Dios y de Cristo Jesús, quien ha de juzgar a los vivos y a los muertos tanto por su manifestación como por su reino: Predica la palabra; mantente dispuesto a tiempo y fuera de tiempo; convence, reprende y exhorta con toda paciencia y enseñanza. Porque vendrá el tiempo cuando no soportarán la sana doctrina; más bien, teniendo comezón de oír, amontonarán para sí maestros conforme a sus propias pasiones y, a la vez que apartarán sus oídos de la verdad, se volverán a las fábulas. Pero tú, sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista; cumple tu ministerio.”

2 Timoteo 4:1-5 RVA2015

Debemos insistir cuando predicamos, así mismo cuando alguien te quiere vender algo, debemos insistir con la Palabra de Dios. Nosotros aveces no tenemos esa emoción o ese convencimiento pero tenemos una urgencia, estamos encargados de predicar la Palabra en CUALQUIER MOMENTO. No sabes si tu serás la única Palabra de Vida que esa persona escuchara, toma esa oportunidad. Tu tal vez no sepas cómo tomaran el mensaje, pero Dios tratara con ellos. Insiste a tiempo y fuera de tiempo, estamos llamados a predicar sin importar lugar, hora o persona. Desde que sentimos esa urgencia de comunicar la Palabra, vamos a hacerlo. Con tu manera de ser, predicas; con tu testimonio, predicas.

Debemos pedir sabiduría a Dios para saber como usar nuestros dones para convencer a otros, que esa palabra comunicada venga con convicción. Debemos actuar lo que predicamos para que las personas vean el va cambio que Dios cumple en ti. Hay personas que entiende que en el evangelio contiene diferentes tipos, pero nosotros estamos llamados a cumplir cada unos en su momento, no hay limites. Cada uno de estos dones son necesarios; reprender, consolar, etc. Necesitamos ser pacientes, con enseñanza y con doctrina debemos comunicar el mensaje. Necesitamos amar la Palabra, abrazar nuestra doctrina y creer. Necesitamos mimar nuestra alma con la Palabra. Tenemos urgencia, Dios juzgara a los vivos y a los muertos, no podemos permitir que estas personas lleguen a los tiempos de la venida de Jesus sin escuchar el hermoso mensaje que brinda salvación. Debemos cumplir nuestro ministerio hasta nuestros últimos días, debemos acabar la carrera, Dios nos tiene la corona guardada.

Predica la Palabra, donde sea y cuando sea. Puedes ser la semilla que haga fruto en el llamado de cualquier persona. No dejes que un lugar limite el poder de la Palabra. No te quedes callado, habla del Señor. Pídele a Dios coraje y sabiduría para poder hablar con cualquier persona que El te presente. Gana una alma para Cristo.