2791. He comprado un local

Marketing Online

He comprado un local, os cuento los motivos, y cómo he analizado y me he informado antes de tomar la decisión de esta inversión.

Pero antes, recordemos que en Boluda.com tenéis cursos para emprendedores, marketing online, desarrollo web, y todo lo que necesitáis para vuestro negocio online. Estamos en pleno curso de tawk.to, en el que estamos aprendiendo a configurar y gestionar un chat en vivo en nuestra web, para contestar las dudas que puedan surgir a los visitantes. ¡A por él!

Y ahora sí, vamos al lío. Siempre he creído en la importancia de diversificar. Ya lo comenté en el episodio 1789 del podcast, donde hablábamos de cuándo tiene sentido diversificar y en qué momento del negocio es una buena idea, ya que si aún estamos luchando por sacar adelante nuestro proyecto principal, intentar abarcar demasiado puede ser un error. Pero cuando un negocio está consolidado y genera beneficios de forma estable, reinvertir en otras áreas se vuelve una opción interesante.

La diversificación se puede hacer de muchas formas. Podríamos analizarlo desde la perspectiva de la matriz del Boston Consulting Group si optamos por reinvertir dentro. de la cartera de productos existentes, pero en este caso estamos hablando del cuadrante más complejo de la matriz de Ansoff: nuevos clientes, nuevos productos, lo que se conoce como diversificación pura.

Esta estrategia es la más difícil y arriesgada porque introduce incertidumbre en dos frentes: estamos entrando en un mercado nuevo con un producto o activo que no hemos gestionado antes. Dentro de la diversificación, podemos hablar de dos tipos:

• Concentrada o relacionada, donde hay alguna conexión con nuestro negocio actual (como cuando Tesla diversificó en Tesla Energy).
• Conglomerada o no relacionada, donde no hay ninguna sinergia aparente (como Samsung, que ha pasado de vender pescado a liderar el sector tecnológico).

Aunque es una estrategia complicada, a largo plazo permite construir una base más estable y segura. También depende mucho de nuestra personalidad y tolerancia al riesgo. En mi caso, soy bastante conservador con las inversiones y no me gusta tomar grandes riesgos sin haber hecho un buen análisis previo.

De hecho, he pasado por varias fases a lo largo de los años. En su momento, lancé muchos proyectos en paralelo: Así lo hacemos, Lulu Ferris, Audiocursos, Cudacu, y hasta 17 negocios diferentes. Con el tiempo, fui vendiéndolos a medida que mis prioridades cambiaban. Ahora, estoy en una etapa más relajada, donde me interesa explorar inversiones más "pasivas", aunque la rentabilidad sea inferior. Ya hice algunas en el pasado y, de hecho, en el curso de libertad financiera veremos distintos enfoques para generar ingresos a largo plazo.

Esta semana, tras mucho análisis, he comprado un local. Siempre estoy pendiente de oportunidades en Idealista, Habitaclia, Fotocasa y similares, pero la mayoría no son interesantes. Bajo mi experiencia, las buenas oportunidades aparecen una o dos veces al año, como mucho. En este caso, la oportunidad surgió de una forma inesperada: mientras estaba en el parque con los peques, vi un cartel de "Ideal inversores" en un local que ya estaba alquilado a un negocio en marcha.

A partir de ahí, me puse en modo Sherlock Holmes. Descubrí que se trataba de un negocio con un contrato de 10 años, de los cuales aún quedaban 8 por cumplir. Me informé sobre los precios de locales cercanos, los márgenes del sector, el histórico del negocio (más de 35 años en funcionamiento) y el barrio donde estaba ubicado. Incluso entré a la óptica haciéndome y me hice unas gafas para hablar con las optometristas y tener una experiencia más realista.

Uno de los puntos clave en cualquier inversión inmobiliaria es la rentabilidad. Pregunté a clientes y compañeros del sector y me confirmaron que una rentabilidad del 6% ya se considera atractiva, así que este local estaba por encima de la media. Además, si comparamos el precio del local con el alquiler que genera, la rentabilidad era mejor que la de varios pisos en la misma zona.

También investigué por qué el propietario quería venderlo y por qué la inquilina no lo había comprado, ya que tenía derecho de tanteo. Conseguí respuestas a ambas preguntas y eso me dio aún más confianza para seguir adelante con la compra. Finalmente, decidí tirar adelante con la operación.

Para mí, este es un paso más hacia la libertad financiera, aunque tengo claro que este camino es muy largo y requiere paciencia. Hay muchas maneras de invertir y hacer crecer el patrimonio, y aunque podría haber optado por bolsa, de momento no me atrevo. Por ejemplo, con la cartera de inversión de Paco Lodeiro, estamos viendo rentabilidades mucho más altas que el 8% del local. Pero, aunque el rendimiento sea mayor, el riesgo y la volatilidad también lo son, y prefiero algo más tangible y estable.

Cada persona tiene su propia estrategia. Para mí, la inversión inmobiliaria es una opción que encaja bien con mi perfil y mi manera de hacer las cosas. Seguiré explorando nuevas oportunidades, siempre con la misma filosofía: minimizar el riesgo y asegurar que cada inversión tenga sentido dentro de mi estrategia a largo plazo. Ya os ire contando. :)

Como siempre, muchas gracias a todos por vuestras valoraciones de cinco estrellas en iTunes y Spotify, suscribiros a los cursos para emprendedores y por estar ahí, al otro lado. Sin vosotros esto no sería lo que es, sin vosotros esto simplemente… ¡No sería!

Nos escuchamos mañana con más marketing online. Como siempre, a las 07:07. Hasta entonces… ¡Muy buenos días!