3. Cómo acertar al comprar lámparas o bombillas led

Instalaciones M&G, El Podcast

Fuente: Instalaciones M&G (Instalaciones Eléctricas · Ingeniería · Asesoría Energética)

Bienvenidos al episodio número 3 de nuestro podcast. Soy Jesús Manuel Moreno y si todavía no sabes en qué puede ayudarte esta sección, te lo cuento en pocas palabras.

Si te pierdes con los aspectos técnicos cada vez que te hablan de electricidad, climatización, domótica, eficiencia energética y terminas por no enterarte de nada, este sitio es para ti.

Porque pasamos los tecnicismos por la trituradora, los echamos en una amasadora con un poco de agua, sal y levadura y los metemos 15 minutos al horno para poder ofrecerte un espacio apetecible en el que aprenderás los aspectos técnicos necesarios para que cuando inviertas dinero en estas instalaciones, no te lleves sorpresas.

Como os he comentado en los episodios anteriores, tenemos las puertas abiertas para recibir cualquier duda que tengáis relacionada con las instalaciones que aquí tratamos, sugerencias sobre temas a tratar o secciones que os gustaría que tuviera el programa.

Para ello sólo tenéis que escribirnos a través del formulario que tenéis en esta página.

Ahora sí… empezamos con el episodio de hoy.

Las lámparas o bombillas led

¿Sabríais distinguir una bombilla de vapor de sodio de una bombilla de vapor de mercurio?.

No penséis que os voy a dar una charla sobre tipos de lámparas. Simplemente, os hago esta pregunta porque quiero que veáis que a pesar de que estas lámparas ya tienen mucho tiempo, y que alguno de vosotros puede que sepa diferenciarlas, a la mayoría de la gente le cuesta, incluso puede que nunca haya oído sus nombres.

Pero de lo que sí estoy seguro es de que todos sabéis cómo se llaman esas lámparas que en su interior tienen muchos cuadraditos pequeños con un punto amarillo.

Lo estáis visualizando, ¿no?. Efectivamente, me refiero a las lámparas o bombillas led. Y la verdad, es que es muy difícil no conocerlas, ya que últimamente las tenemos hasta en la sopa. Y no por casualidad, sino porque las lámparas o bombillas led han revolucionado el mercado de la iluminación.

Todos sabemos que la iluminación juega un papel fundamental en el desarrollo de actividades, ya sean industriales, comerciales o sociales, e incluso en el campo de la seguridad la iluminación cobra especial importancia. Lo que no sé muy bien, es si alguna vez os habéis parado a pensar en la factura eléctrica de alguna de estas actividades y lo que gastan en iluminación.

Tiendas de ropa, centros comerciales, restaurantes, oficinas, fábricas… En algunos de estos casos la iluminación puede llegar a suponer el 50% de la factura eléctrica. Esto quiere decir que estamos ante un gran potencial de ahorro energético y económico.

¿Alguna vez habéis pensado lo que gasta una ciudad en iluminación? Para que os hagáis una idea, en el año 2013 Granada gastaba en iluminación 500.000 €, al mes. Si, habéis oído bien, al mes.

¿No creeis que sería interesante reducir este gasto?. Si, ¿no?. En el caso de Granada, estoy seguro que lo harían. De hecho, este dato lo he sacado de una noticia en la que se hablaba que Granada se podría convertir en la primera ciudad española cambia todo su alumbrado público por tecnología led.

Señores, aquí es donde la iluminación led ha ganado la batalla a todas las fuentes de luz tradicionales. En el consumo.

Para que tengáis una referencia y orden de magnitud, vamos a comparar dos oficinas de 100 m2 exactamente iguales. Una de ellas está iluminada con fluorescentes convencionales con un consumo de 1,2 Kwh. La otra está iluminada con leds ¿Sabéis cuánto consume? 0,45 Kwh.

Como podemos ver, consume menos de la mitad.

¿Quiere decir esto que tenemos que salir corriendo a comprar lámparas o bombillas led y cambiar hoy mismo toda nuestra iluminación de nuestro negocio o nuestro hogar? Pues puede que haya quien os diga que sí, pero nosotros os decimos que no.

¿Por qué no? Porque cambiar todo el sistema de iluminación por led significa realizar una inversión, y supongo que cuando invertís en algo hay dos cosas fundamentales que tenéis en cuenta: una, cuándo vais a recuperar lo invertido; y otra, qué beneficio vais a tener.

Pues para saber esto, lo primero que hay que hacer es conocer la instalación y para ello es necesario realizar un estudio.

En este estudio lo que hacemos es identificar la potencia instalada y el horario de uso de cada una de las luminarias. Y con esto obtenemos el consumo energético actual.

Después, calculamos el consumo que habría con las luminarias leds y junto con el coste de la inversión obtenemos estas dos cosas fundamentales de las que antes os hablaba: el tiempo de retorno de la inversión, es decir, en cuánto tiempo vamos a recuperar lo invertido, y el ahorro que se obtendrá de la instalación durante la vida útil de las luminarias, es decir, el beneficio de nuestra inversión.

Tened en cuenta, que en estos estudios no contabilizamos los gastos por reposición. Es decir, si hablamos por ejemplo de unos fluorescentes que duran 4 años, pasado ese tiempo deben cambiarse. Pues el precio de los nuevos tubos y de la mano de obra necesaria para cambiarlos no se incluyen en el estudio, pero sí hay que tener en cuenta que es un gasto más que nos está produciendo nuestra iluminación convencional.

Después de lo dicho, nuestra recomendación es que si tenéis una instalación o negocio en la que la totalidad o parte de la iluminación trabaje durante un número de importante de horas, vayáis a vuestro instalador de confianza y le solicitéis que os haga este estudio de viabilidad. Si estos números salen, felicidades, porque tenéis un gran ahorro potencial.

Si no se os ocurre a quién solicitarle este estudio de viabilidad para instalar iluminación led, contactar con nosotros y lo hablamos, ya que en muchos casos los estamos haciendo de forma gratuita.

Espero que no os hayáis lanzado a buscar el teléfono de la persona a la cual le vais a confiar esta labor, y hayáis dejado de escucharme, ya que ahora os voy a contar lo más importante. De todo lo que debes saber para que no te den gato por liebre.

Como decíamos al principio, la tecnología led ha supuesto una revolución en el mundo de la iluminación y sobre todo en el ahorro energético. Y este boom ha originado que mucha gente quiera subirse al carro del oportunismo. ¿Pensáis que todos los leds son iguales?

Yo no voy a defender ni alabar ninguna marca, es más, si algún jefe de producto o de ventas de alguna marca quiere venir a este podcast y hablarnos tanto de su marca como de este oportunismo, está invitado. Eso sí, nosotros trabajamos con unas marcas concretas y por razones concretas, y lo que sí voy a hacer es hablaros de qué cosas deben tenerse en cuenta a la hora de invertir en leds.

Una de estas cosas es, el nivel de iluminación.

Cada actividad requiere una exigencia distinta de iluminación y es importante comprobar que el nivel de iluminación que tenemos, no en cualquier sitio sino, en el plano de trabajo es el adecuado para la actividad que desarrollamos.

Tabla de iluminación mínima según la actividad

Para ello usamos un aparato llamado luxómetro que se coloca en el plano de trabajo y con el que se obtiene el nivel de iluminación que hay en ese punto.

¿Por qué es importante medir esto? Porque en el caso de estar por debajo de los niveles óptimos, es un buen momento para solucionarlo e incorporar lámparas con las mismas dimensiones, pero con mayor potencia luminosa.

También es importante, y este sería el primer punto a tener en cuenta, saber la depreciación luminosa que tiene la lámpara. ¿Qué es esto de la depreciación luminosa?

Lo voy a explicar de una forma muy sencilla.

Cuando compramos una lámpara, esta nos da una cantidad de luz determinada, pero según va pasando el tiempo, la lámpara va perdiendo rendimiento luminoso. Es decir, sigue consumiendo lo mismo, pero cada vez nos da menos luz.

¡Esto le pasa a todas las lámparas del mercado!

Bueno, pues ya que sabemos que es esto de la depreciación luminosa, hay que señalar que hay lámparas o bombillas leds que a lo largo de su vida útil pueden perder hasta un 60 % del flujo luminoso y hay otros que el fabricante te aseguran e incluso te garantizan que durante esa vida útil el flujo luminoso no disminuirá más de un 20 %.

Como podéis ver, no estamos hablando de una pequeña diferencia.

Claro, esto es algo que no es fácil de ver, es decir, al ser algo progresivo nos cuesta percibirlo. Pasa como con los hijos. A los padres que vemos a los hijos a diario nos cuesta a veces ver que nuestros hijos han crecido. Sin embargo, cuando la tía Pepa, que lleva un tiempo sin verlos, los ve, te dice: Uyyy! lo que han crecido los chicos!!

Pues esto es igual, pero al contrario de lo que pasa con el crecimiento de los hijos, no hace tanta gracia. Tened en cuenta que si es ahí donde hemos puesto nuestro dinero y resulta que a los 5 años, de los 10 que supuestamente tienen de vida útil, tenemos un 30 o un 40 % menos de luz, pues decirme vosotros dónde está el éxito de la inversión.

El segundo punto a tener en cuenta es el índice de reproducción cromática.

¿Qué es esto del índice de reproducción cromática? Pues esto, que a veces encontraréis representado por sus siglas “IRC” o por “Ra”, no es otra cosa que la capacidad que tiene la luz que emite la lámpara para reproducir los colores.

Comparativa de distintos Índices de Reproducción Cromática

No sé si habéis estado alguna vez en algún pueblo en el que el alumbrado público tiene este color anaranjado. Recuerdo que cuando era pequeño, una de las primeras veces que visité uno de estos pueblos, me llamó la atención ver a todas las personas con la piel amoratada y a todo el mundo con la ropa de colores similares.

Recuerdo que extrañado le pregunté a mi padre por qué pasaba eso, y él me contestó: “hijo, eso es porque las lámparas son de vapor de sodio”.

Claro, yo en aquel momento me quedé como diciendo, ¿vapor de qué?

Seguramente a aquella edad, el único vapor que concebía era el que salía de la olla express cuando mi madre hacía el cocido, pero bueno, después de bastantes años, a mi pesar, os puedo explicar que esto pasaba porque aquellas lámparas eran de vapor de sodio a baja presión y tienen un índice de reproducción cromática de CERO. Es decir, no tienen capacidad para reproducir colores.

Los fluorescentes, leds y otras fuentes de luz se fabrican con distintos valores de reproducción cromática, así que si no queréis que os metan un gol con esto, prestad atención a ello. Y si tenéis alguna duda sobre esto, podéis escribirnos y os la resolveremos.

Y el tercer punto importante al que debemos prestar atención es la temperatura de color.

El color de una luz, es decir, si es más azulada o más rojiza, se expresa en grados kelvin. Cuanto más grados, al contrario de lo que se puede pensar, más fría o más azul es la luz.

Temperaturas de color de la iluminación

La elección de la temperatura de color del sistema de iluminación está muy ligada a la estética y la psicología.

La temperatura de nuestra iluminación puede hacer de nuestro espacio un sitio agradable, estimulante o incluso estresante, por eso es muy importante elegir un color adecuado a nuestra actividad, tan importante que puede ser causante de que un negocio funcione o no.

En la foto de abajo, podéis ver esto mismo que os cuento. Lo que estáis viendo es una foto de un mismo producto con dos tipos de luz distinta. ¿Cuál de los dos productos comprarías tú?.

Bueno, y esto es todo por hoy.

Si os habéis quedado con alguna duda, queréis que tratemos más en profundidad alguno de los puntos que hemos mencionado u os gustaría que tratemos algún tema en particular, a través del formulario que tenéis en esta página podéis comentarnos esto y lo que queráis.

Espero que os haya resultado interesante. Si ha sido así, os agradecería una valoración de 5 estrellas junto con un comentario en iTunes o un me gusta y un comentario en iVoox.

De esta forma, podremos dar a conocer este podcast a más gente y así poder seguir hablando sobre el mundo de las instalaciones eléctricas, la ingeniería y el ahorro energético.

Nos escuchamos en el próximo programa.

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