España ha configurado la normativa necesaria para producir biometano a gran escala

Capital Intereconomía

El biometano es un gas renovable obtenido a partir del tratamiento de residuos que, además de contribuir a la descarbonización del sector gasista y, por tanto, a la lucha contra el cambio climático, se considera que puede ser el próximo vector de nuestra economía dadas las características y condiciones medioambientales de España. Los expertos señalan que nuestro país cuenta con todo lo necesario para garantizar el despegue del biogás ya que cuenta una superficie útil de explotación lo suficientemente extensa como para aprovechar todos esos residuos orgánicos y desechos producidos por el sector agrícola y ganadero, dos de nuestras industrias estratégicas. Sin embargo países como Alemania o Francia nos llevan la delantera especialmente en lo relativo a su distribución y transporte, dos factores clave para la implantación de este tipo de energía. El desarrollo en infraestructuras y establecer un marco regulatorio estable y sólido durante los próximos años será determinante para que España muestro todo su potencial en el desarrollo de biometano. “La red está totalmente preparada para incorporar este tipo de energía sin necesidad de grandes adaptaciones”, asegura Susana de Pablo, directora general de Enagás GTS, el Gestor Técnico del Sistema Gasista que desde el año 2000 desarrolla sus funciones con independencia del resto de actividades del Grupo Enagás. Desde el ente gestor explican que la inversión en infraestructuras requerería “poco tiempo e inversión” y celebran los avances en materia regulatoria como el Real Decreto 376/2022, de 17 de mayo que creaba las garantías de origen, un documento que garantiza la procedencia renovable de la energía que consumimos. “El 99% de nuestro gas es importado. Urge disponer de una fuente autóctona que nos proporcione fortaleza y suministro. El biometano es una pieza clave en todo esto”, previene Susana de Pablo.