Mokoomba y el Reggae de Seekaman

AfroClub

Comenzamos hoy presentando Luyando, el segundo álbum de Mokoomba una banda de Zimbabwe a la que seguimos especialmente desde su disco de debut en el año 2012, Rising Tide, en la que nos presentaban una propuesta de afro-pop repleta de frescura con influencias muy variadas, desde la música malinké al reggae, y donde incluían guitarras congoleñas y vientos latinos. Sin embargo, en este segundo disco han apostado por un sonido mucho más acústico, enraizado en la música tonga, la región de Zimbabwe a la que pertenecen la mayoría de los músicos de Mookomba. Un disco que nos ha sorprendido gratamente, y que nos muestra la versatilidad de una de las mejores bandas africanas del momento.
De Zimbabwe también recuperamos a una de las figuras más importantes de la música africana, Thomas Mapfumo, que desde los años 70 cuando inventó el chimurenga se convirtió en uno de los músicos más populares de su país. En su música resaltan las guitarras eléctricas imitando el sonido tradicional de las mbiras.
En la edición de hoy del AfroClub, tenemos más novedades discográficas, con el último trabajo de Elida Almeida, Djunta Kudjer, donde nos introduce a alguno de los ritmos caboverdiando menos conocidos, como el tabanka. También tendremos a Seekaman, una banda de músicos de Ghana que viven en Bélgica y nos proponen un reggae potente y combativo, con un sonido muy original, basado en la fusión de los ritmos jamaicanos con el highlife. A pesar de que esta propuesta de highife y reggae no ha sido muy explorada, alguna otra banda como los Refugee All Stars, ya habían jugado con estas ideas de añadir ritmos jamaicanos sobre las bases de su highlife acústico y de la música del vino de palma.

Otros maestros de la música africana han pasado también hoy por el AfroClub, Cheikh-Lô, una de las referencias de la música africana a nivel internacional, con uno de los temas de su último trabajo Balbalou, de hace un par de años, y Samba Mapangala, uno de los mejores músicos de la rumba keniata, el estilo propio que se creó en Nairobi a finales de los 70 a partir de la rumba congoleña y elementos de las músicas tradicionales de Kenia, sobre todo, el benga.