Listo para Comer: Ignacio Echeverry

Manada Emprendedora

Ignacio Echeverry no era emprendedor, estaba en realidad haciendo una carrera típica de un Contador. Fue auditor, asistente en contaduría para un banco internacional, consultor y encargado de compras para Banque Heritage. Cuando todo parecía que su camino ya estaba definido hacia las ciencias económicas, luego de un viaje y mucha reflexión, decide hacer un cambio y emprender en gastronomía. Con sus hermanos vieron la oportunidad de vender comida rápida, de paso, pero que sea rica y saludable. Así nace Listo para comer, un emprendimiento familiar que ofrece una solución rápida, saludable y deliciosa para las comidas.

Ignacio comienza con una rotisería clásica en una zona de Montevideo con mucho tránsito, oficinas y hospitales donde había una buena demanda por sus productos. Si bien tenían una clientela fiel que los seguía todos los días, los márgenes no eran buenos, necesitaban diversificar su canal de ventas. Con el apoyo de la ANII deciden invertir en tecnología de atmósfera modificada y pasan a vender sus productos en estaciones de servicios y otros puntos de venta. Con la nueva tecnología aumentan la vida útil de sus productos de tres a quince días, lo que cambió totalmente su modelo de negocios. No solamente cambia el canal, sino que el sistema de producción, compras, packaging, fue un cambio de 180 grados para la empresa.

A partir de ese momento empieza de cierta forma la industrialización del emprendimiento, empiezan a llegar a más puntos de venta y a aumentar su producción. Listo para Comer hace un acuerdo con Cakes, una firma muy reconocida en Uruguay por sus postres y un tiempo después vende el 55% de su paquete accionario a IBF Negocios.

Hoy listo se adapta en tiempos de pandemia con una nueva línea de productos, tiene 250 puntos de venta y ya se prepara para llegar a todo el país y vender sus productos en el exterior.