77: No sin escepticismo

No Tenemos Jefe

Bienvenidas y bienvenidos a NTJ o No Tenemos Jefe, el podcast donde hablamos de emprender con valores o de ser escéptico, ¡lo que nos dé la gana! Podemos ir de lo más técnico a lo más banal… si es que hablar de escepticismo es banal.

¿Y quiénes hacemos este podcast? Pues Alberto González, Adrià Tarrida, Roberto Aresena y un servidor, Valentí Acconcia, todos emprendedores un poco escépticos.

Empecemos con el tema de hoy que, como habéis podido comprobar, es el escepticismo y cómo nos afecta a nuestro día a día emprendedor.

Dudar es de sabios, de eso no me cabe ninguna duda. ¿Por qué? Pues básicamente porque cuando alguien no duda no se está planteando alternativas a lo que vive. Por ejemplo, hablando de trabajo, si no se duda sobre si el trabajo que desempeñas es el que realmente quieres, nunca vas a hacer cambios.

El dudar también te lleva a mejorar en tu trabajo y en tu vida. Por ejemplo, plantearte si lo que haces es satisfactorio, o más bien dicho suficientemente satisfactorio, te hará mejorar en tu trabajo o aplicar cambios. Y los cambios son buenos.

Os pongo el ejemplo de mi colaboración como profesor en Elisava. Por una parte me encanta estar en contacto con los alumnos. Pero por la otra considero que es un trabajo que me absorbe mucho tiempo en desplazamientos y dedicación de horas extra. ¿Me compensa? Pues es una pregunta que debo hacerme cada año para decidir si continúo o no como profesor en la escuela.

Y lo mismo con todos los otros trabajos que hago en mi día a día.

Otro ejemplo sería la creación de contenido. Uno debe siempre plantearse, dudar, si lo que hace a nivel de generación de contenido le compensa lo suficiente o no. ¿Por qué? Pues porque si no dudas, vas tirando millas e igual estás enfocando mal tus esfuerzos. Si, por ejemplo, estás enfocando las energías en un podcast que no te da resultados y no te satisface, quizás deberías dejar de hacerlo.

Así que hoy, para hablar de escepticismo y de dudar de forma saludable tenemos a Adrià Tarrida. Que, como siempre, nos va a ilustrar un nuevo mundo con su sabiduría ancestral.

¡Allá vamos!

Sección

Hola chicos. Hoy quería hablar de escepticismo. Cuando es sano y cuando no? Como no ser demasiado crédulos pero tampoco cínicos rematados.

La idea me vino de una newsletter de Ozan Varol, autor de “How to think like a rocket scientist” y que ya ha salido varias veces en el podcast. Es de las pocas newsletters que sobrevivió, como Valenti y yo, la gran extinción del cretáceo… Me refiero a la criba que hice hace unos meses.

En ella se discute que la meditación se ha vendido un poco como la cura de muchos males que no tiene efectos secundarios. Casi como el aceite de serpiente que vendían los charlatanes del lejano oeste.

Millones de personas y un montonazo de estudios científicos confirman que puede ir muy bien. Pero también hay varios estudios que demuestran que para un segmento relativamente pequeño de la población tiene efectos secundarios bastante negativos, habiendose documentado casos de suicidio.

Personalmente a mi me va de maravilla y continuaré haciéndolo, pero este no es el punto.

El punto es que si algo suena demasiado bueno para ser verdad, es que seguramente no sea verdad. La panacea no existe.

Esto me lleva a pensar en cómo podemos ser escépticos de una manera sana. No todos tenemos la formación (ni probablemente las ganas) de adentrarnos en toda la literatura científica para tomar nuestras decisiones diarias.

Lo que sí podemos hacer es tener en cuenta varios sesgos y herramientas. algunas de las que yo intento tener presentes:

• La navaja de Occam: nos dice que si tenemos una explicación sencilla contra una explicación mucho más complicada, probablemente la más sencilla sea la correcta.
• Por otro lado, llega nuestro amigo H. L. Mencken y nos suelta: “For every complex problem there is an answer that is clear, simple, and wrong”. Mi opinión personal de esta frase es que cuidado con soluciones demasiado simples para problemas muy complejos. Usemos la navaja de Occam para el dia a dia y vayamos con métodos mucho más científicos para problemas complicados
• El sesgo de supervivencia: os explicaré una historia que me contó el profesor de Estadística I en la universidad (Val, pon musica nostalgica, que me emociono cuando pienso en los 90). Durante la segunda guerra mundial, se le encargó a un matemático que propusiera maneras de poner extra protección a los aviones para que tuvieran menos bajas. Así que se puso a observar a los aviones que volvían de combate y ver donde tenían agujeros de bala. Resulta que los tenían en el fuselaje y no en los motores. Así que, donde puso la protección? Mucha gente en la clase respondió que en el fuselaje… pero aquí está el sesgo de supervivencia! Los que reciben balas en el fuselaje volvían, pero los que las recibían en los motores no! Así que cuidado cuando veamos ‘casos de éxito’. Tenemos un sesgo enorme porque no vemos todos los casos que han fracasado.
• Creo que el tema de los sesgos da para varias escaletas, asi que voy a dejarlo aqui y paso al últimos puntos que quería comentar hoy.
• Suponer siempre que la gente va con buenas intenciones. Es el precio a mi tranquilidad. Pepe Garcia, el Estoico.
• Ser duro con los temas y suave con las personas.

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Debate y preguntas

• ¿Qué herramientas usáis para decidir si os creeis o descartáis algo?
• ¿Cómo afecta el sesgo de supervivencia a nuestra industria?
• ¿Hablamos de conspiranoia?

Cierre

Gracias por estar ahí, al otro lado del micro. Nos despedimos hasta el miércoles que viene a las 12:12 horas. Aunque nos podéis escuchar cuando os dé la gana, que para eso esto es un podcast.

¡Hasta el miércoles que viene, os deseamos muy buenas y creativas jornadas!