No es tiempo de pecar - 1 Pedro 4:1-6

Iglesia Impacto

El Señor Jesucristo sufrió en la cruz para librarnos del poder y la presencia del pecado. Por ese sacrificio suficiente y perfecto es que ahora gozamos del perdón de pecados, la nueva vida y la promesa de que un día resucitaremos en cuerpos que nunca serán contaminados por la suciedad del pecado. Es debido a esta maravillosa obra de gracia que Cristo ha efectuado a nuestro favor la razón por la cual debemos despojarnos de los vestigios de pecado que aun quedan en nosotros y diariamente buscar conformar nuestras vidas de acuerdo a Su voluntad. La vida en el pecado debe ser cosa del pasado y no lo que debe caracterizar nuestra vida como creyentes.

Pedro nos anima nuevamente, como lo hace en diversas secciones de su primera carta a vivir vidas de obediencia al Señor y decidir de una vez por todas abandonar el pecado. Y en particular nos llama a no ceder ante la presión, que por medio de amenazas o insultos, los incrédulos pudieran ejercer sobre nosotros para conducirnos a pecar. Antes bien debemos tener presente que el tiempo que tenemos es corto y debemos aprovecharlo al máximo para hacer aquello que trae gloria y honra a nuestro Dios.