505. Cómo ser un guionista con suerte

Guiones y guionistas

En el podcast de hoy vamos a reflexionar sobre la suerte que tiene un guionista. ¿Qué es lo que podemos considerar suerte? ¿Cómo podemos incrementarla? Es decir, qué debemos hacer para ser un guionista con suerte. Un podcast que aunque pueda parecer más filosófico espera daros algunas herramientas para vuestro oficio de guionista. Pero antes os recuerdo que en la plataforma de cursosdeguion.com podéis aprender todo lo necesario para escribir guiones y convertiros en guionistas. Cada vez más productos necesitan un guion, no solo las series y las películas, y tener conocimientos de storytelling nos ayuda a contar historias en vídeos, redes sociales y hasta newsletters. Tenemos cursos que enseñan a escribir cortos, largos, series, webseries, documentales, cómics... Hay 80 cursos a día de hoy y cada semana salen clases nuevas. Hoy continuamos con el curso de Creación de Podcast. Un curso en el que veremos cómo decidir el formato de podcast más interesante para nuestros intereses y que incluso nos adentraremos en la parte técnica para ver cómo se graba, edita y publica un podcast. En la sexta clase vemos cómo crear la estructura y el guion de nuestro podcast, dependiendo del formato que hayamos definido anteriormente. Tener o no tener suerte Lo primero qué hay que definir es lo que consideramos suerte. Y para mí tiene algo que ver con el control. O más bien, con la ausencia de control. Vayamos a una situación que todo el mundo considera como suerte. Como por ejemplo, salir a la calle y encontrarte un billete por azar. Si tú sales solamente a pasear y encuentras un billete. Todos entenderíamos qué has tenido un golpe de suerte. Has obtenido algo positivo que no era buscado. Tú saliste a pasear. Y en ningún momento podías predecir o controlar encontrar ese dinero. Haberlo hecho es un golpe de suerte. En el caso de la lotería ya hay una variante, tú debes hacer algo. No puedes salir a la calle a pasear y que te toque la lotería, para eso tienes que comprar un billete. Que luego te toque el premio también va a tener un factor de suerte que dependerá puramente de la estadística. Que te toque un premio en la lotería de Navidad, en la que hay muchos números, es más difícil a que te toque en una rifa del colegio en la que hay muy pocos. Con lo cual se supone que vas a necesitar más suerte cuanto menor sea la probabilidad de qué te toque. Pero la suerte no siempre está asociada solo a algo que buscas, como que te toque la lotería. Sino también a encuentros fortuitos como la serendipia. La serendipia es un encuentro afortunado que se produce de manera accidental, casual, o cuando se está buscando una cosa distinta. Se puede dar en distintos ámbitos tanto creativos como científicos. Grandes ejemplos de serendipia en la ciencia son el descubrimiento de la penicilina o la invención del microondas, que sucedió cuando un científico estaba haciendo un experimento con microondas en un laboratorio y tenía una chocolatina de su hijo en un bolsillo. Al descubrir de sorpresa que la chocolatina se había derretido pensó que tenía alguna relación con las ondas con las que estaba trabajando. Y de ese descubrimiento casual surgió el invento del microondas. Pero para que ese descubrimiento llegase hizo falta algo más que la casualidad. Sucedió porque el científico estaba preparado para interpretar lo que pasó. Si me hubiera pasado a mí, yo nunca hubiera podido aprovechar ese descubrimiento. Con lo cual aquí hay otro factor que también tiene que ver con la suerte. Y es la preparación. Eso me lleva a una de las definiciones que más me gustan de la suerte que hizo Séneca: “La suerte es lo que ocurre cuando la preparación coincide con la oportunidad.” Un guionista con suerte Y ahora nos acercamos a lo que puede afectarnos más como guionistas. Yo ya he contado en el podcast más de una vez cómo la primera película que se hizo con un guion mío tuvo un elemento de suerte. Yo había ido a una productora a una reunión para hablar sobre un reality show sobre un hombre que daba la vuelta al mundo en moto. Y tras la reunión me crucé por casualidad con Adán Martín, el encargado de ficción de dicha productora. El productor me lo presentó y él me dijo que estaba buscando un guion para realizar su primer largometraje. Yo le dije que tenía varios y le envié dos. Uno de esos guiones le gustó mucho. Buscó el dinero para financiarlo. Y así se consiguió realizar la película. Si analizamos cómo llegó a producirse este hecho hay un elemento de suerte. Pues si yo no me hubiera cruzado en la productora con él, nunca le hubiera enviado el guion ni se hubiera hecho la película. Eso es la oportunidad. Pero por otro lado también hay una parte de preparación. Pues si yo no hubiera tenido los guiones. Tampoco hubiera aprovechado la oportunidad que se me brindó al conocer a alguien que buscaba dirigir su primera película. Ahí es como se me ha ocurrido realizar una tabla. Utilizando los dos factores que alega Séneca, la oportunidad y la preparación, para ver cuatro estados en los que podemos encontrarnos los guionistas. Cómo afecta a nuestra suerte y cómo podemos mejorarla. Esta matriz tiene dos ejes, en uno ponemos la preparación, desde la ignorancia más absoluta a estar muy preparados. Entendiendo la preparación como la suma de dos elementos: la formación y la experiencia. En el otro eje ponemos la oportunidad, desde no tener ninguna oportunidad hasta tener muchas oportunidades. Aquí entiendo la oportunidad como la suma de dos elementos que pueden ayudarnos: el networking y la proactividad. A partir de ahí se me ocurren cuatro momentos en la vida de un guionista. El primer cuadrante sería cuando tienes poca preparación y pocas oportunidades. Ese sería el guionista principiante el que está empezando. Es una persona que como no tiene contactos ni conoce el medio es difícil que le salgan oportunidades. Y en el caso de qué le salga alguna es difícil que pueda aprovecharlas porque no tiene los conocimientos adecuados. Si ese guionista se encuentra con alguien que le dice que quiere realizar su primer largometraje difícilmente podrá aprovechar la oportunidad. El segundo tipo de guionista que podemos encontrarnos es el estudiante de guion, alguien que se preocupa en aprender mucho, leer libros, se apunta a cursos y llega un momento donde puede tener mucha preparación de guion. Incluso también puede tener mucha obra escrita que ha realizado en talleres de escritura o el proceso de aprendizaje. Pero si no sale de su cueva, difícilmente tendrá oportunidades con lo cual difícilmente podrá ganarse la vida como guionista y llegar a ser profesional. Ese guionista por muy preparado que esté va a ser difícil que tenga suerte. Y que tenga un momento donde al igual que me pasó a mí se encuentre en una productora con gente que busque proyectos. Si seguimos el cuadrante también vemos que existen y guionistas oportunistas que se acercan a las ocasiones, unas veces porque se han criado en un entorno familiar del mundo audiovisual y conocen gente que busca proyectos. Otras veces porque ya trabajan en el medio de audiovisual aunque en otros departamentos. Y otras porque son muy proactivos y saben relacionarse y buscar oportunidades como presentarse a concursos e ir a festivales. Pero si no se han formado o escrito lo suficiente no saben aprovechar todo ese networking que están generando. Y por último está el estado de los guionistas profesionales que aúnan una buena preparación, no solo formativa sino también a partir de la experiencia, con una alta habilidad para generar oportunidades. Saben cómo relacionarse con los compañeros que han conocido y trabajado a lo largo de su trayectoria y buscar nuevas relaciones. Y también son proactivos para mover sus proyectos por concursos y subvenciones y cómo presentar sus proyectos a productoras. Aunque no tenga ninguna relación previa con ellos. La experiencia y la proactividad hace que tengas muchas más posibilidades de tener eso que muchas personas denominan como suerte. Porque al fin y al cabo esa es la forma de incrementar las posibilidades de tener suerte. Es decir, de tener más control. Por un lado, estar lo suficientemente preparado como para aprovechar las ocasiones que nos vengan. Y por otro, estar en una continua búsqueda de oportunidades. Así conseguiremos no depender de los encuentros casuales. Aún así, siempre puede haber algún factor que no controlemos. Y que será el que pueda ofrecernos alguna oportunidad extra. Pero como no podemos controlarlo, no debemos pensar en él, tenemos que pensar tan solo en tener cada vez un mayor control sobre nuestra profesión. Y eso es lo que nos dará la suerte. Así terminamos el podcast de hoy en el que hemos reflexionado sobre cómo ser un guionista con suerte. No sin agradecer a los que os suscribís a los cursos de Guion o contratáis las consultorías y mentorías que ayudáis a que el podcast se mantenga. Estaremos juntos los martes y jueves con nuevas técnicas, estrategias y análisis para que aprendamos entre todos a ser mejores guionistas.