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Mercedes 'Alas de gaviota': Daimler Benz ha dejado de existir

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En 1945 la directiva de Mercedes-Benz emitía un comunicado lacónico: “Daimler Benz ha dejado de existir”. Tal era el desastre tras la guerra. Sólo 7 años después Mercedes vence en Le Mans y en 1954 nace el Mercedes 300 SL “Gullwing”… Pocos coches, quizás ninguno, son tan míticos como el Mercedes 300 SL, más conocido por “Gullwing”, para los hispanos parlantes, “alas de gaviota”. Este coche, considerado por muchos el primer superdeportivo, supuso el renacimiento de la marca cuyas fabricas estaban en completa ruina, tras la guerra y los permanentes bombardeos de los aliados sobre las fábricas nazis. Mercedes y el nazismo. Hay una leyenda negra que planea sobre muchas marcas alemanas incluida Mercedes: Su colaboracionismo con los nazis y el uso de esclavos, muchos de ellos judíos, en sus fábricas. Audi ha reconocido, de forma valiente, muy valiente, que Richard Brunt, considerado el fundador de Auto Union, era afiliado al partido Nazi. Aunque para mí, más escandaloso es la relación con los nazis de la familia Quandt, dueños en su momento de BMW y accionistas mayoritarios en la actualidad.. Pero Mercedes era una referencia en capacidad de producción y tecnología y, por tanto, estaba en el centro de la diana de los nazis. Y lo pagaron muy caro, pues los bombardeos aliados devastaron las fábricas de las marcas destruyendo la mayoría de ellas casi en un 85 por ciento. De tener 20.000 empleados pasó a tener poco más de 1.000. No había materias primas, las infraestructuras de transporte habían desaparecido, en la mayor parte de Alemania el teléfono no funcionaba y no había suministros de agua potable y electricidad. Por eso la junta directiva lanzó ese escueto comunicado: “Daimler Benz ha dejado de existir”. El milagro alemán. Pero pasados esos momentos tan duros, los directivos de Mercedes, todos los empleados y todos los alemanes se pusieron manos a la obra para salir de esa situación. Y ya en 1946, Mercedes reanuda la fabricación en unas condiciones complicadísima, pero consiguen fabricar casi 600 unidades del Mercedes 170V anterior a la guerra. Y en 1951, solo seis años después de dar por “muerta” a la marca, la directiva de Mercedes decide tres cosas: Hay que volver a hacer coches de lujo, hay que volver a hacer coches deportivos y hay que volver a las carreras y a la F1. ¿Por qué “alas de gaviota”? Para poder tener el coche lo antes posible decidieron utilizar lo que ya tenían: El pesado motor 6 cilindros de la serie 300 junto con su cambio, diferencial y suspensiones. E inspirarse en el Jaguar XK 120, que a su vez era un BMW tomado como “botín de guerra”. La fórmula era usar una mecánica mas o menos “de calle” pero con un ligero y rígido chasis tubular y una carrocería aligerada. Para que el chasis fuese rígido, los laterales eran relativamente altos que impedía poner unas puertas “como Dios manda”. Los pilotos entraban y salían prácticamente por la venta y una pequeña abertura, gracias a que el volante era desmontable. Los ingenieros propusieron una idea: Ampliar el tamaño de las puertas y que se articulasen arriba: Acababa de nacer el “alas de gaviota”. Motor “tumbado”. Esas puertas son el rasgo distintivo del 300 SL que se ve. Pero hay otro que no se ve: El motor tumbado. Como os decía, Mercedes partió de un motor que ya tenía, el del 300, pero era un motor grande, no muy potente y pesado. Consiguieron aligerarlo y hacerlo mucho más potente, pero no hacerlo más pequeño: Con ese motor era imposible hacer un coche con el morro bajo y afiliado. O no. La imaginación al poder: Tumbaron el motor 50 grados hacia la izquierda y pusieron un cárter seco, con lo cual la altura bajo mucho y consiguieron un morro muy bajo y afilado. 12 de marzo de 1952. Casi por sorpresa Mercedes presenta a la prensa el 300 SL de competición. Era una noticia doble, por un lado, la presentación de un pura-sangre de carreras, por otra la confirmación de que Mercedes volvía a las carreras con su SL, para algunos iniciales de Sport Leicht o deportivo ligero, aunque en otros documentos se dice que es Super Leicth o súper ligero… lo mismo me da que me da lo mismo. La denominación existe incluso hoy día. Pocas semanas después comienzan las participaciones de los 300 SL en competición y llegan los éxitos. Su estreno fue a lo grande, en la Mille Miglia, territorio casi exclusivo de las marcas italianas. En su primera participación en competición el 300 SL fue segundo… pero ese fue el peor resultado del año, todas las demás carreras las ganaron. Incluidas las 24 horas de Le Mans, donde hicieron doblete. Max Hoffman y el 190 SL. Los éxitos en competición y su imagen, incluidas sus particulares puertas hicieron que, en muchos lugares del Mundo, pero sobre todo en Norteamérica, muchos clientes se interesasen por la posibilidad de comprar un SL “de calle”. Max Hoffman, tenía claro que un coche así tendría en éxito asegurado en los USA. Pero el comité de dirección no lo veía claro. Y diseñaron un coche digamos que “inspirado” en el 300 SL, pero más modesto y sencillo: El 190 SL, descapotable y sin “alas de gaviota”. Pero el éxito del 190 SL lejos de disuadir a la fábrica de no hacer un 300 SL de calle… consigue justo lo contrario. Y el 6 de febrero de 1954 se presenta en el Salón de Nueva York el precioso Mercedes 300 SL “Alas de gaviota”, mucho más bonito, en mi opinión, que el coche de carreras. ¿”Gullwing” o “Widowmaker”? Si no sabéis inglés, os lo traduzco: ¿Alas de gaviota o “hacedor” de viudas? Porque el 300 SL era un coche extraordinario… y extraordinariamente difícil de conducir. Su potente motor, su chasis y sobre todo su eje trasero hacían de este 300 SL un coche solo apto para expertos. Curiosamente el Roadster mejoró mucho en este sentido y, para mí, es mejor coche… pero esa es otra historia que contaremos en otra ocasión. Porque el verdaderamente mítico es el SL. Al final si descontamos prototipos y coches de competición apenas se fabricaron 1.500 unidades en 3 años, debido a las opciones de equipamiento y a las mejoras introducidas de forma continuada, se puede decir que todos diferentes entre ellos… y todos ellos diferentes a cualquier otro coche.
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En 1945 la directiva de Mercedes-Benz emitía un comunicado lacónico: “Daimler Benz ha dejado de existir”. Tal era el desastre tras la guerra. Sólo 7 años después Mercedes vence en Le Mans y en 1954 nace el Mercedes 300 SL “Gullwing”… Pocos coches, quizás ninguno, son tan míticos como el Mercedes 300 SL, más conocido por “Gullwing”, para los hispanos parlantes, “alas de gaviota”. Este coche, considerado por muchos el primer superdeportivo, supuso el renacimiento de la marca cuyas fabricas estaban en completa ruina, tras la guerra y los permanentes bombardeos de los aliados sobre las fábricas nazis. Mercedes y el nazismo. Hay una leyenda negra que planea sobre muchas marcas alemanas incluida Mercedes: Su colaboracionismo con los nazis y el uso de esclavos, muchos de ellos judíos, en sus fábricas. Audi ha reconocido, de forma valiente, muy valiente, que Richard Brunt, considerado el fundador de Auto Union, era afiliado al partido Nazi. Aunque para mí, más escandaloso es la relación con los nazis de la familia Quandt, dueños en su momento de BMW y accionistas mayoritarios en la actualidad.. Pero Mercedes era una referencia en capacidad de producción y tecnología y, por tanto, estaba en el centro de la diana de los nazis. Y lo pagaron muy caro, pues los bombardeos aliados devastaron las fábricas de las marcas destruyendo la mayoría de ellas casi en un 85 por ciento. De tener 20.000 empleados pasó a tener poco más de 1.000. No había materias primas, las infraestructuras de transporte habían desaparecido, en la mayor parte de Alemania el teléfono no funcionaba y no había suministros de agua potable y electricidad. Por eso la junta directiva lanzó ese escueto comunicado: “Daimler Benz ha dejado de existir”. El milagro alemán. Pero pasados esos momentos tan duros, los directivos de Mercedes, todos los empleados y todos los alemanes se pusieron manos a la obra para salir de esa situación. Y ya en 1946, Mercedes reanuda la fabricación en unas condiciones complicadísima, pero consiguen fabricar casi 600 unidades del Mercedes 170V anterior a la guerra. Y en 1951, solo seis años después de dar por “muerta” a la marca, la directiva de Mercedes decide tres cosas: Hay que volver a hacer coches de lujo, hay que volver a hacer coches deportivos y hay que volver a las carreras y a la F1. ¿Por qué “alas de gaviota”? Para poder tener el coche lo antes posible decidieron utilizar lo que ya tenían: El pesado motor 6 cilindros de la serie 300 junto con su cambio, diferencial y suspensiones. E inspirarse en el Jaguar XK 120, que a su vez era un BMW tomado como “botín de guerra”. La fórmula era usar una mecánica mas o menos “de calle” pero con un ligero y rígido chasis tubular y una carrocería aligerada. Para que el chasis fuese rígido, los laterales eran relativamente altos que impedía poner unas puertas “como Dios manda”. Los pilotos entraban y salían prácticamente por la venta y una pequeña abertura, gracias a que el volante era desmontable. Los ingenieros propusieron una idea: Ampliar el tamaño de las puertas y que se articulasen arriba: Acababa de nacer el “alas de gaviota”. Motor “tumbado”. Esas puertas son el rasgo distintivo del 300 SL que se ve. Pero hay otro que no se ve: El motor tumbado. Como os decía, Mercedes partió de un motor que ya tenía, el del 300, pero era un motor grande, no muy potente y pesado. Consiguieron aligerarlo y hacerlo mucho más potente, pero no hacerlo más pequeño: Con ese motor era imposible hacer un coche con el morro bajo y afiliado. O no. La imaginación al poder: Tumbaron el motor 50 grados hacia la izquierda y pusieron un cárter seco, con lo cual la altura bajo mucho y consiguieron un morro muy bajo y afilado. 12 de marzo de 1952. Casi por sorpresa Mercedes presenta a la prensa el 300 SL de competición. Era una noticia doble, por un lado, la presentación de un pura-sangre de carreras, por otra la confirmación de que Mercedes volvía a las carreras con su SL, para algunos iniciales de Sport Leicht o deportivo ligero, aunque en otros documentos se dice que es Super Leicth o súper ligero… lo mismo me da que me da lo mismo. La denominación existe incluso hoy día. Pocas semanas después comienzan las participaciones de los 300 SL en competición y llegan los éxitos. Su estreno fue a lo grande, en la Mille Miglia, territorio casi exclusivo de las marcas italianas. En su primera participación en competición el 300 SL fue segundo… pero ese fue el peor resultado del año, todas las demás carreras las ganaron. Incluidas las 24 horas de Le Mans, donde hicieron doblete. Max Hoffman y el 190 SL. Los éxitos en competición y su imagen, incluidas sus particulares puertas hicieron que, en muchos lugares del Mundo, pero sobre todo en Norteamérica, muchos clientes se interesasen por la posibilidad de comprar un SL “de calle”. Max Hoffman, tenía claro que un coche así tendría en éxito asegurado en los USA. Pero el comité de dirección no lo veía claro. Y diseñaron un coche digamos que “inspirado” en el 300 SL, pero más modesto y sencillo: El 190 SL, descapotable y sin “alas de gaviota”. Pero el éxito del 190 SL lejos de disuadir a la fábrica de no hacer un 300 SL de calle… consigue justo lo contrario. Y el 6 de febrero de 1954 se presenta en el Salón de Nueva York el precioso Mercedes 300 SL “Alas de gaviota”, mucho más bonito, en mi opinión, que el coche de carreras. ¿”Gullwing” o “Widowmaker”? Si no sabéis inglés, os lo traduzco: ¿Alas de gaviota o “hacedor” de viudas? Porque el 300 SL era un coche extraordinario… y extraordinariamente difícil de conducir. Su potente motor, su chasis y sobre todo su eje trasero hacían de este 300 SL un coche solo apto para expertos. Curiosamente el Roadster mejoró mucho en este sentido y, para mí, es mejor coche… pero esa es otra historia que contaremos en otra ocasión. Porque el verdaderamente mítico es el SL. Al final si descontamos prototipos y coches de competición apenas se fabricaron 1.500 unidades en 3 años, debido a las opciones de equipamiento y a las mejoras introducidas de forma continuada, se puede decir que todos diferentes entre ellos… y todos ellos diferentes a cualquier otro coche.
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