HECHOS 3. OPORTUNIDADES DE ANUNCIAR EL EVANGELIO

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OPORTUNIDADES DE ANUNCIAR EL EVANGELIO HECHOS 3:12 Pedro vio esto como una oportunidad y se dirigió a la multitud: Pueblo de Israel dijo, ¿qué hay de sorprendente en esto? ¿Y por qué nos quedan viendo como si hubiéramos hecho caminar a este hombre con nuestro propio poder o nuestra propia rectitud? 13 Pues es el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob el Dios de todos nuestros antepasados quien dio gloria a su siervo Jesús al hacer este milagro… 16 Por la fe en el nombre de Jesús, este hombre fue sanado, y ustedes saben que él antes era un inválido. La fe en el nombre de Jesús lo ha sanado delante de sus propios ojos. 19 Ahora pues, arrepiéntanse de sus pecados y vuelvan a Dios para que sus pecados sean borrados. NTV. Por lo general, cuando las personas ven que en los centros comerciales, supermercados, patios de carros, agencias de viajes y otros centros de comercio similares a estas, están con descuentos o promociones, no dejan pasar las oportunidades y aprovechan para adquirir los bienes y servicios que estos centros de comercios les ofrecen. Incluso algunas personas llegan a adquirir bienes, productos y servicios que ni siquiera necesitan con tal de aprovechar los descuentos, remates y promociones. Al igual que las personas aprovechan los días de descuento, remates y promociones para comprar, el apóstol Pedro aprovechó una oportunidad que se le presentó para compartir las Buenas Nuevas de salvación y vida eterna a un grupo de judíos que habían asistido al templo de Jerusalén. En cierta ocasión, Pedro y Juan al dirigirse al templo de Jerusalén, se encontraron con un mendigo que era paralítico, quien, al verlos a ellos, les pidió algo de dinero, pero como los discípulos no tenían dinero para darle, le devolvieron la movilidad a sus extremidades inferiores. El mendigo al ser sanado, se llenó de alegría y entró con los discípulos al templo para adorar a Dios. El milagro realizado por los discípulos no quedó para nada desapercibido, ya que como era la hora de la oración y la víspera de los sacrificios, muchas personas que habían asistido al templo vieron al hombre sanado. Las personas habían visto la condición pasada del mendigo, y ahora estaban atemorizados y casi se caían de espaldas al verlo saltando de alegría. La sanidad del mendigo no solo causó temor entre las personas, sino también intriga y cierta curiosidad de saber porqué poder sobre natural, había sido sanado, razón por la cual las personas se aglomeraron alrededor del mendigo y los discípulos. Al ver el gran interés de las personas, Pedro inmediatamente aprovechó la oportunidad para hablar acerca de Jesús. El apóstol comenzó su discurso a las personas, llevando deliberadamente su atención fuera de sí mismo, negando cualquier poder sobrenatural que tuviese para realizar señales milagrosas. Al contrario, enfocó su atención en el Dios que ellos ya adoraban y en la aprobación y resurrección de Jesús por Dios Padre. Pedro con claridad presentó las Buenas Nuevas, primeramente les dio a conocer quién es Jesús, cómo lo rechazaron, por qué el rechazo fue fatal. Una vez que les presentó a Cristo, les dio a conocer que la sanidad del mendigo fue gracias a su fe en el nombre de Jesucristo a quien les había presentado con anterioridad. Y finalmente, el apóstol les exhortó a que se arrepientan y confiesen sus pecados a Dios para que sus pecados sean borrados. Con estas palabras finales, Pedro les dio a entender a sus compatriotas que todavía tenían una oportunidad de alcanzar la salvación y la vida eterna mediante su fe en Jesucristo, el arrepentimiento y confesión de sus pecados. Pese a todo lo que habían hecho en contra de su amado Hijo, Dios seguía ofreciéndoles la oportunidad de creer y aceptar a su Hijo como Mesías y Señor. Queridos hermanos. En muchas ocasiones, las oportunidades solo se presentan una vez en la vida, por eso las oportunidades que se presenten para compartir el evangelio de Cristo, la debemos de aprovechar al máximo, tal como el apóstol Pedro aprovechó