Autoridad Espiritual en Tu Vida, Tu Familia y Tu Descendencia

Charlas Pastores Luis Salas y Jeannette Noguera, Iglesia ETP

Números 17:7-8.

Todo absolutamente todo, lo mucho o lo poco que tienes se lo debes a Dios, y al reconocerlo te abre las puertas para que Él te siga dando, te siga proveyendo de su amor, su misericordia, su provisión y te siga bendiciendo, reconocer que todo lo que tienes y lo que vas a tener viene de Dios deja ver humildad en tu vida, y la humildad es el principio de la entrada al trono de la gracia, Hebreos 4:16 "Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro”, Él es el que suple y como dicen “… es por el sudor de mi frente y no es el sudor de tu frente el que te da el poder de tenerlo todo, es la gracia y el favor de Dios sobre tu vida”.

Antes de hablar de la vara de Aarón que reverdeció quiero ir a un versículo Bíblico que se se encuentra en el libro de Jeremías 1:11-12 “… Que ves tu, Jeremías?. Y dije: Veo una vara de almendro. Y me dijo Jehová: Bien has visto; porque yo apresuro mi palabra para ponerla por obra”.

Todo esto tiene un significado espiritual, Dios le estaba mostrando a Jeremías que para poder tener autoridad para hacer todo lo que tenía que hacer, era necesario ser obediente al llamado que Dios le estaba haciendo y comenzar a actuar rápidamente para ejecutar su llamado. Hoy el Señor le dice a la Iglesia, a Su pueblo… “Deben prepararse porque yo apresuro mi Palabra para ponerla por obra en todos aquellos que se levanten y cumplan el propósito y el destino”.

Quiero que entiendas esto: Desde el vientre de tu madre Dios escribió en un libro todo lo que Él quiere hacer en ti, Salmos 139:13-16, por lo tanto tu y yo tenemos un llamado hecho por Dios, tu formas parte de un cuerpo y el único miembro del cuerpo que se atrofia es el que no hace nada, Jesús lo dijo en el libro de Juan 15:1-6, y en el libro de Jeremías 1:5 Dios lo vuelve a confirmar. Y así como a Jeremías también te lo está diciendo a ti sin importar las circunstancias que has vivido o la que estás viviendo, hoy el Señor confirma esta palabra para Su pueblo, el problema no es Dios, el problema eres tu que así como Jeremías comenzamos a sacar excusas para no cumplir tu propósito en Él, para que en estos tiempos difíciles podamos llevar bendición, sanidad y libertad que viene del Padre.

Para que esto suceda es necesario recuperar la autoridad de Dios que hemos perdido, ya que por causa del pecado, la maldad y la iniquidad le hemos cedido la autoridad a Satanás. La autoridad es un poder otorgado. La autoridad genuina es un derecho legal, la autoridad hace que el poder se legalice. La vara de Aarón significa espiritualmente el poder para cumplir un propósito, una tarea de parte de Dios, es el florecer, el dar frutos en lo que anhelamos ser y hacer lo que Dios nos ha mandado a hacer.

El problema de nosotros es que esa autoridad delegada por el Señor se pierde porque no cumplimos con el propósito; al aceptar el llamado que Dios nos hace, nos entrega dones, talentos y autoridad para cumplir con el propósito, nos da la unción para predicar, para sanar, para echar fuera demonios, Dios utiliza la vara para mostrar esa autoridad y cuando ésta reverdece, echa flores y produce fruto significa el cumplimiento del propósito.

En los tiempos de Moisés, Dios tuvo que mostrar a todo el pueblo quién tenía la autoridad espiritual para ejercer el sacerdocio: Dios le da una serie de instrucciones a Moisés, bien claras, tenía que poner doce varas, una por cada tribu, pero en el caso de los levitas, tenía que ser la vara de Aarón, quería dejar bien claro a quien había escogido para el sacerdocio. La varas tenían que ser colocadas en el Tabernáculo, y frente al Arca del Pacto, eran 12 varas colocadas en el mismo lugar, al mismo tiempo, ¿por qué sólo floreció una? Evidentemente Dios hizo el milagro para demostrar lo que quería demostrar y del modo más precioso que me puedo encontrar. La vara estaba muerta, del mismo modo que un tronco muerto, imposible de revivir, pero sucedió que la vara de Aarón no solo reverdeció, sino que floreció, arrojó renuevos y produjo almendras.

1. El hecho de reverdecer, es el de resucitar, nada puede salir de algo seco y muerto, cuando aceptas al Señor como tu Señor y Salvador, Él te revive por más seco que estés… Cuando aceptas el llamado de Dios, todo lo que está muerto en tu vida, revive.
2. En segundo lugar, floreció; la belleza incomparable de la flor del almendro, habla de una serie de características que tienen que venir como resultado de una vida renovada.
3. En tercer lugar, echó renuevos; esto nos habla de una vida fértil, capaz de reproducirse.
4. Y en cuarto lugar llegó lo inevitable, dio fruto. El fruto es simplemente demuestra lo que somos en Dios, una vara vara que da fruto y fruto en abundancia cuando la mano de Dios nos toca con Su Espíritu.

Jesús fue un renuevo que salió de un tronco, como vástago de Dios, y por Él nosotros siendo varas secas, salió el verdor, brotó la vida, y han comenzado a salir flores, señal de que vendrá fruto.

Por esto es necesario que hoy como profeta y sacerdote tomes la autoridad que el Señor te ha delegado y te levantes para que comiences a experimentar no solo tu sino también tu familia y tu descendencia libertad, sanidad y bendición… Ponte en pie, levanta tu voz diciendo: Hoy me levanto en el nombre de Jesús y así como está escrito… hoy reverdezco como la vara de Aarón, echo flores, produzco renuevo y doy fruto…

• Mateo 10:1 “Entonces llamando a sus discípulos, LES DIÓ AUTORIDAD sobre los espíritus inmundos, para que los echasen fuera, y para sanar toda enfermedad y toda dolencia”.
• Lucas 10:19 “He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará. (Lucas 10:19)
• Mateo 10:7-8 “Y yendo, predicad, diciendo: El Reino de los cielos se ha acercado. Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia”.
• Marcos 3:14-15 “Y estableció a doce a sus discípulos, para que estuviesen con él, y para enviarlos a predicar, Y QUE TUVIESEN AUTORIDAD para sanar enfermedades y para echar fuera demonios”.
• Lucas 9:1-2 “Habiendo reunido a sus discípulos, les dio PODER Y AUTORIDAD sobre todos los demonios, y para sanar enfermedades. Y los envió a predicar el reino de Dios, y a sanar a los enfermos”.